Han pasado 203 años desde el solemne acto donde se izó el pabellón nacional en la Plaza de Armas y se proclamó oficialmente la autonomía de Chile. Hoy la pieza patrimonial vuelve a hacer historia como fuente de inspiración del nuevo logo y tipografía del Museo Histórico Nacional.

El 12 de febrero de 1818, un año después de la crucial Batalla de Chacabuco, se oficializó la Independencia de Chile con dos actos simultáneos en Talca y Santiago. El primero, fue encabezado por el Director Supremo Bernardo O´Higgins y las tropas del Ejército; y el segundo, realizado en la Plaza de Armas, por el Director Supremo Delegado Luis de la Cruz y José de San Martín, en su calidad de general en jefe del Ejército.

Proclamación y jura de la Independencia de Chile, pintada por Pedro Subercaseaux (1945).

En el kilómetro cero de la capital se instaló un escenario desde donde se leyó el acta de la nueva nación y se enarboló la bandera tricolor. Autoridades y público escucharon atentos, se hincaron solemnemente y juraron por “su honor, vida y fortuna, sostener la Independencia absoluta del Estado Chileno, de Fernando VII, sus sucesores y de cualquiera otra nación extraña”. Se arrojaron a la multitud, “medallas de jura”, acuñadas especialmente para la ocasión, y se hizo una descarga triple de artillería.

Fueron días de celebración y desfiles, que incluyeron fuegos de artificio, música, coros patrióticos, danzas, pantomimas y carros triunfales.  

Testigo de aquel momento histórico fue la bandera que se izó en la Plaza de Armas y que hoy custodia el Museo Histórico Nacional, institución con la que ha tenido una conexión desde entonces. Aquí fue guardado el pabellón patrio tras la ceremonia de la Jura (cuando el Palacio que ocupa el MHN era la Real Audiencia), y aquí fue cuando volvió en 1925 tras su paso por la Municipalidad de Santiago. Fue aquí también desde donde fue robada en 1980 por el Movimiento Izquierdista Revolucionario (MIR) en protesta contra la dictadura militar y devuelta también aquí, 23 años después, en el 2003.

Esta histórica relación motivó que la bandera inspirara la nueva identidad gráfica del Museo Histórico Nacional, que hace una semana cumplió 110 años. 

La bandera fue encargada mediante un decreto formal del 18 de octubre de 1817 y su diseño fue realizado por Antonio Arcos, ingeniero militar y el ministro José Ignacio Zenteno.

El emblema bicentenario mide 2,40 por 1,43 metros, está hecho en seda azul, blanco y roja, y su estrella blanca tiene bordes de lentejuelas doradas. La tela posee dos caras, cada una con un escudo pintado en su centro. En uno se observa una columna con dos banderas, y en el otro, un volcán en erupción con las palabras “Chile Independiente”.  Precisamente los caracteres tipográficos utilizados en la bandera sirvieron de base para el nuevo logo del MHN, creado tras meses de investigación de la consultora de diseño Gaggeroworks, que contó con el apoyo del estudio Santabuzzo y el propio equipo del museo.

Como complemento del logotipo, y en colaboración con la fundación nacional Latinotype, se diseñó una nueva tipografía denominada ‘Histórica.otf’, que se utilizará en toda la comunicación visual, perpetuando y re-interpretando el valor de la bandera en cada pieza de diseño.

Así que atentos al sentido más profundo de la nueva identidad del MHN, que se instala entre nosotros, al cumplir más de un siglo de historia.

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