Ciento cincuenta peldaños existen entre la primera explanada y la puerta principal del Templo Bahá’í. Una escalera que se encarama en las laderas del cerro en donde alguna vez estuvieron las canchas de golf de Grange, y que hoy nos llevan directo a este lugar de adoración, el octavo de esta religión en el mundo y el primero en América del Sur.

templobahaiamosantiago01

En mayo pasado les contamos sobre las faenas de construcción, por qué la comunidad había escogido Santiago y cómo había sido el trabajo del diseño del edificio de nueve fuentes de agua, nueve puertas y nueve caras que parecen pétalos en donde se ensamblan a la perfección nueve mil piezas de vidrio fundido y mármol tallado.

templobahai03

Crédito de foto: Asamblea Espiritual Nacional de los Bah·’Ìs de Chile y Hariri Pontarini Architects.

Hoy fue la presentación oficial a los medios y al fin pudimos entrar a esta maravilla arquitectónica. Estando dentro vimos cómo las palabras que nos había adelantado el director del templo, Eduardo Rioseco, se hicieron realidad. Sobre un reluciente piso de madera, nos encontramos con las bancas de nogal ordenadas en forma de media luna, dando una sinuosidad al espacio que no tiene altares ni figuras, pero sí una bella alfombra en tonos rosados en el área central.

templobahaiamosantiago08

Los ventanales dejan ver los jardines con sus pasos nativos, los pájaros y también las fuentes y el espejo de agua con flores de loto. Hay silencio y quietud en el amplio y despejado recinto que te da un espacio mental para orar y meditar.

El mármol traslúcido de las paredes, helado como todos los mármoles, se combina con piezas de cobre envejecido. En los pilares se leen frases de la fe Bahá’í “sois los frutos de un sólo árbol y las hojas de toda una rama” y “tan potente es la luz de la unidad que puede iluminar toda la tierra” y si levantas la vista ves cómo la estructura de acero se gira como un espiral para terminar en una cúpula en donde está escrito en árabe “Oh tú Gloria del más Glorioso”.

templobahaiamosantiago11

Lo que más se puede apreciar en el templo es la luz, luz natural que entra por las ventanas y las mismas paredes y que para los Bahá’í es símbolo de divinidad.

El arquitecto canadiense Siamak Hariri, quien ideó este gran puzzle de 30 metros de diámetro por otros 30 de alto y el paisajista Juan Grimm, que diseñó los jardines con flora nativa, estuvieron presentes en la conferencia de prensa. “Estamos haciendo un templo para 400 años más, los árboles que he puesto aquí no van a existir, pero el gesto que he hecho aquí es algo que se va a mantener por siempre” rescata Juan sobre el amor que ha puesto en cada especie plantada. Y es que ese, es otro elemento fundamental del templo, su conexión con la naturaleza y a la vez con la ciudad.

templobahaiamosantiago12

“No es una arrancada, hay muchas formas de orar y finalmente tiene relación con estar conectados con quiénes somos. El mundo no va a cambiar porque estemos meditando pero sí, siendo quiénes realmente somos”, agrega Daniela Zárate, parte del equipo que administra el lugar.

La escuadra que estuvo detrás de esta “flor” que parece flotar es grande y diversa. Un grupo de expertos alemanes fueron los encargados de cortar los bloques de acero provenientes de Turquía y el mármol de Portugal, numerarlos y ordenarlos en un catálogo, un modelo digital y un software que sirvió para orientar su ensamble. “Algunas de las piezas se quebraron en el viaje, pero eso estaba previsto y se fueron reemplazando. Trabajamos con seis personas alemanas, pero aquí en el armado, con mano de obra local que capacitamos”, nos dice Tiago Masrour, asesor del proyecto, que coordinó además a las decenas de voluntarios que trabajaron desde pocas semanas a dos años en distintas tareas (desde el ordenar las piezas de acero de la estructura hasta ayudar en la plantación de los jardines).

templobahai04

Crédito de foto: Asamblea Espiritual Nacional de los Bah·’Ìs de Chile y Hariri Pontarini Architects.

El seguidor de la fé Bahá’í  estuvo a cargo de la tramitación inicial entre el 2003 y 2010 y también de formar una filial en Chile de la firma Hariri Pontarini Architects, “me tocó estar en ese rol durante siete años, en todo lo que tuvo que ver con encontrar el terreno, comprarlo, obtener todos los permisos ambientales, de construcción y accesos”. En ese periodo, la mayor dificultad fue lidiar con los vecinos de un loteo cercano, situación que derivó en la construcción de un camino de acceso que no estaba presupuestado.

Sin embargo, la espera valió la pena. “Estos días estamos viviendo la dedicación del templo, momento del significado más sagrado, no es sólo un edificio que se inaugura, se está ofreciendo al público desde una connotación espiritual”, nos revela Tiago sobre la ceremonia que tendrá la comunidad de cinco mil Bahá’í de Chile y 120 países.

templobahaiamosantiago10

Renán Riquelme Grandón y Luis Alberto Calfuqueo, también son otros trabajadores del templo. Me los encontré instalando un portón en uno de los caminos aledaños. Los maestros en gasfitería y carpintería, sienten que en lugar se respira un aire particular. “Estamos agradecidos de esta obra que nos ha dado la oportunidad de estar aquí, se siente especial y el trato es muy bueno”, me cuentan sobre el entorno en donde desarrollan sus pegas. Y Luis Alberto agrega sabiamente: “la naturaleza se vive acá, la tranquilidad sobre todo en las tardes cuando se terminan los trabajos y aunque parezca mentira es lindo escuchar el silencio, aunque no se crea el silencio sí se escucha”.

  • Dónde: Diagonal Las Torres 2000, Peñalolén
  • Cuándo: De martes a domingo de 7.00 a 20.00 horas (se está evaluando cerrar más tarde en la temporada de verano)
  • Dato extra: La entrada es liberada y se permite el acceso a cualquier persona independiente de sus creencias
  • Más info en templo.bahai.cl
  • Más fotos en nuestro Facebook

templobahaiamosantiago13

templobahaiamosantiago09

templobahai02

Asamblea Espiritual Nacional de los Bah·’Ìs de Chile y Hariri Pontarini Architects.

X