Las paredes del centro de Santiago se han convertido en un lienzo para dejar a vista pública, demandas sociales, reivindicaciones, denuncias y sentimientos en torno a la crisis social que estalló el pasado 18 de octubre. Los muros en los alrededores de Plaza Baquedano y el Centro Cultural Gabriela Mistral suman ya miles de mensajes y expresiones, que utilizan diversas técnicas de arte urbano como past-up (recortes y collages), graffiti, stencil y muralismo, entre otras intervenciones, que además responden a distintas conceptualizaciones y estilos.

“Las calles se han transformado en un un verdadero Museo a Cielo Abierto, donde miles de personas han salido a plasmar sus ideas. Los muros de la ciudad se han vuelto el principal espacio de participación y apropiación ciudadana de este movimiento social. Podemos entender este proceso como una gran cabildo abierto de opiniones y agenda social, la cual le habla directamente a la ciudadanía de Santiago sin mediadores”, nos dice Sebastián Cuevas, curador del Persa Víctor Manuel, sobre esta «nueva vestimenta» capitalina.

Y es que junto con la protesta y las manifestaciones, se instaló una apropiación total del espacio público, en donde es posible identificar una serie de obras, entre cuyos autores se cuentan a Caiozzama, Sol Barrios, Miguel Angel Kastro, Serigrafía Instantánea, Fab Ciraolo, Álvaro Arteaga, Oscar Núñez y Paloma Rodríguez. 

Es tal la cantidad de exponentes, que incluso se creó el Museo de la Dignidad, una galería callejera que enmarca las obras para resaltarlas, contando ya 14 seleccionadas en su cuenta de Instagram, donde indican la técnica utilizada y su ubicación. “La forma en que quisimos resaltar las obras fue a través de este marco dorado que nos parecía llamativo porque pensamos en qué color podía llamar la atención: el dorado enaltece, grandes obras están enmarcadas en cuadros dorados. El color nos daba varias características que nos llevaron a que esa fuera la forma” explicó a Culto de La Tercera Felipe Abufhele, director creativo y parte del colectivo detrás de la iniciativa.

Son cuadras y cuadras de mensajes, muchos de ellos contrarios al gobierno de turno, que apelan por un cambio y que junto al paso de las semanas, se suporponen unos a otros.

Para Sebastián Cuevas, la ciudad de Santiago se convirtió en una de las urbes con mayor cantidad de graffitis en el mundo, donde se está resignificando el territorio urbano y en donde cobra relevancia registrar y documentar por una parte, y por otra, proyectar cómo será de ahora en adelante el uso del espacio público.

“Existe ahora una gran oportunidad e invitación a experimentar la nueva experiencia de caminar por las calles de Santiago, pasear y observar por la ciudad de hoy nos permite tomar conciencia de las demandas del movimiento social en tiempo real. Actualmente pasear por las calles el escuchar un mundo antes invisible, especialmente jóvenes que libremente se expresan en los muros, mediante esto se puede dimensionar el volumen, mensaje, profundidad y fuerza del movimiento social”, asegura sobre la nueva estética, temporal y espontánea.

Revisa parte del recorrido fotográfico que hemos registrado durante las últimas semanas.