Cinco capítulos, 100 años de historia y una revolución. Revoluz100 muestra a través de fotografías, infografías, animaciones, archivos sonoros y videos, el primer siglo de la energía eléctrica en la capital y el impacto que ha provocado en la vida de las personas y en la propia ciudad.
Ya se encuentran disponibles tres de los cinco capítulos, que abarcan de 1867 a 1979, y se espera para el mes de marzo -cuando se inicio el año escolar- terminar de lanzar los nuevos contenidos que llegan hasta el año 2021.
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“¡Ave María Purísima!, las diez han dado y sereno…”, pregonaba fuerte y claro el “sereno”, quien en el Santiago de 1840, era el encargado de encender los faroles a parafina de las calles de la capital. Ese año no más de doscientos hombres -remunerados por los propios vecinos- velaban por el orden y la seguridad de una ciudad en penumbras que ya alcanzaba a los 80 mil habitantes, el aforo original del Estadio Nacional. Sus armas, un farol, un sable y una entrenada garganta, que apenas alcanzaba para quienes habitaban dos escuálidos cuadrantes céntricos, donde debían arreglar el discreto alumbrado público y encenderlo cuando éste se apagaba. Era cosa de alejarse unas cuantas cuadras de este sector y Santiago mostraba su cara más oscura.
Así parte el recorrido de Revoluz100 por los 100 años de la electricidad en Santiago. Un gigantesco proyecto multimedia que a través de cinco capítulos nos transporta a los cambios urbanos, sociales y culturales que trajo consigo la llegada de la luz eléctrica.
El sitio incluye una selección de las casi 20 mil fotografías de comienzos del siglo XX, restauradas desde el Archivo de Enel Distribución y también provenientes de colecciones universitarias, del Museo Histórico Nacional, la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional Aeronáutico, la Cámara Chilena de la Construcción, Metro y privados, como el Estudio Brügmann Restauradores, entre otros. A ello se agregan películas de alto valor histórico provenientes de la Cineteca Nacional y material audiovisual del último siglo.
En total son más de 170 historias distintas contadas a través de fotografías, videos, archivos sonoros, animaciones y vistas en 360º, disponibles en forma gratuita y que se ordenan a través de cinco capítulos. El primero abarca el periodo 1857-1939 donde se da cuenta de la transformación y la verdadera revolución que implicó la llegada de la electricidad; el segundo va de 1940 a 1959 donde podemos ver el impacto de la radio, televisión y cine; y el tercero, que toma desde 1960 a 1979, es posible sumergirse en los hitos como la llegada del hombre a la luna. Los otros dos, de 1980-1999 y 2000-2021, serán liberados dentro de las próximas semanas para coincidir con el inicio del año escolar.
El recorrido de Revoluz100 se realiza a través de una calle ficticia e interactiva que ilustra las transformaciones en la vida de los santiaguinos y santiaguinas, desde los ámbitos cotidianos hasta los más trascendentes, con las miradas sobre el transporte, las tendencias, la transformación urbana y la energía propiamente tal.
Llama la atención por ejemplo la historia de la primera casa iluminada en Santiago, la mansión en calle Dieciocho del abogado Víctor Echaurren Valero quien para celebrar el cumpleaños de su esposa, Mercedes Herboso, organizó un lujoso baile de fantasía. El 24 de septiembre de 1885 y ante el asombro de sus invitados, los dueños de casa iluminaron la fachada con decenas de ampolletas generando una experiencia inolvidable para los asistentes. O la transformación en la ciudad que implicó el debut de los tranvías eléctricos, transporte colectivo que dejó una huella indeleble de recuerdos y melancolía que dura hasta nuestros días.
«A mí me pasa que con las fotos de los tranvías me traslado a ese mundo. Hay una foto de unos niños detrás de un trolebús. Mi papá cuando ve la foto, me dijo que él hacía eso, que recorría Santiago en la parte de atrás de un trolebús, entonces uno se conecta con eso, con un Santiago que ya no existe, con experiencias del pasado, de la familia de uno, de la ciudad y su entorno, eso me fascina», acota Claudio Mendoza, parte del equipo del proyecto.
Ramón Castañeda, gerente general de Enel Distribución, destaca los avances que vinieron con estos 100 años de energía eléctrica: «La llegada de la luz a las casas, el recambio de los postes de madera por los de concreto, la electrificación del alumbrado público, la construcción del ferrocarril metropolitano de Santiago, hoy el Metro de Santiago, y la universalización de la energía eléctrica son hitos que definitivamente marcaron la forma en que hoy viven los habitantes de la ciudad. En los años que vienen, la ciudad seguirá transformándose y la compañía apoyará esa transformación».
Junto con los cambios tecnológicos también cambiaron las costumbres de los chilenos. «Comenzó la vida nocturna, la gente se empezó a vestir de colores porque ahora de noche se notaban los colores. Gracias a la energía eléctrica habían más horas de vida útil», acota Claudio Mendoza.
Imaginar hoy un Santiago sin luz eléctrica es impensado. Prácticamente todas nuestras actividades dependen directa o indirectamente de esta energía, desde las comunicaciones, internet y la cultura de las masas, hasta los cientos de aparatos que tienen un enchufe. La luz eléctrica cambió nuestras tareas domésticas, nuestra forma de entretención, de comunicarnos, trabajar y movernos. Por eso la invitación es sumergirse y volver una y otra vez a este interactivo recorrido de Revoluz100.