La pieza vandalizada en medio de las protestas del estallido social, fue sometida a un minucioso proceso de recuperación a cargo del taller Montes Becker. El Consejo de Monumentos Nacionales autorizó que la obra de Virginio Arias, que permaneció 93 años en el sector de Plaza Italia, sea resguardada temporalmente en el recinto de avenida Blanco Encalada.
Fue durante una celebración de Fiestas Patrias, el 18 de septiembre de 1928, cuando el Ejército inauguró la escultura del general Manuel Baquedano en la plaza que tomó su nombre. La obra en bronce fue encargada al escultor Virginio Arias, el mismo creador de la estatua del Roto Chileno (Plaza Yungay) y la pieza en mármol El Descendimiento (Museo Nacional de Bellas Artes) para rendir honores a quien es considerado uno de los héroes de la Guerra del Pacífico.
Años después se agregó una figura que representa a una mujer levantando una guirnalda de copihues, relieves que recrean batallas de Chorrillos y Miraflores y un soldado en posición de guardia. Bajo el pedestal, se colocó la tumba del Soldado Desconocido, cuya lápida indica: «Aquí descansa uno de los soldados con que el General Baquedano forjó los triunfos del heroísmo chileno” además de una placa conmemorativa que señala » Homenaje de la caballería en servicio activo en retiro y de reserva 1943″.
El conjunto escultórico estuvo en el epicentro de las protestas que se iniciaron el 18 de octubre de 2019. Fue vandalizado e intervenido decenas de veces: junto a las innumerables capas de pintura, se intentó derribar la estatua con cuerdas y galletas eléctricas, se robó el sable de Baquedano (siendo recuperado después por la PDI) y también se incendió la base del monumento. Ante el riesgo de caída de piezas y para evitar mayores daños, el Ejército solicitó al Consejo de Monumentos el retiro del conjunto y los restos del Soldado Desconocido. El 10 de marzo de 2021 se trasladó el monumento para iniciar su proceso de restauración. Meses más tarde, el 22 de octubre de ese año, personal del Ejército concretó el retiro de los restos del Soldado Desconocido, que desde 1931 se encontraban enterrados a los pies del monumento, los cuales fueron llevados al mausoleo de la institución en el Cementerio General.
Proceso de restauración
La figura de Baquedano y su caballo Diamante fueron trasladados a los hangares del ex aeropuerto de Cerrillos, hoy pertenecientes al Ministerio de Cultura. Fue aquí donde un equipo liderado por Luis Montes Becker y su hijo Luis Andrés Montes Rojas desarrollaron la restauración de la obra, que tuvo un costo de cerca de 68 millones de pesos y que fue financiado por la Delegación Presidencial.
Según explica el reportaje del Diario El País, «probaron varios métodos de limpieza, pero solo la microesfera de vidrio les permitió descubrir lo que ocultaban los cientos de colores con que había sido intervenida. Apareció un corte profundo en el cuello del jinete. Pero también el escudo nacional en la montura, en el cinturón, los ornamentos de la chaqueta, entre otros delicados detalles hechos a mano. No limpiaron toda la pieza. Con el propósito de dejar un testimonio histórico de lo vivido durante el estallido, dejaron intactas cuatro áreas pequeñas y casi imperceptibles. Una entre las orejas del caballo y otra en la parte delantera de la montura”.
El trabajo del taller también consideró la reposición de piezas faltantes, el teñido químico y la creación de un nuevo sistema de anclaje. Ya restaurada, la escultura fue llevada al Museo Histórico Militar. Esta tarea estuvo a cargo del Ejército, que debió hacerlo con ayuda de grúas y camiones durante cuatro días, entre el 26 y el 29 de agosto. Todo ello, bajo la supervisión y asesoría de profesionales de la Secretaría Técnica del CMN y la logística a cargo de la empresa Yes Cargo.
El secretario técnico del CMN, Erwin Brevis, valoró que los trabajos se hayan ajustado a los lineamientos entregados por la institución, los que transcurrieron sin inconveniente alguno. “La escultura ecuestre se instaló en el patio central del MHM, sobre un radier de hormigón provisorio y removible. Las otras seis esculturas se almacenarán temporalmente en los depósitos del museo, a la espera de una próxima restauración. Así también, el Ejército trabajará en el desarrollo de una exposición abierta a público que visibilice las distintas dimensiones de la obra de Virginio Arias”, dijo.