Jorge Iglesis y Luis Corvalán -parte del equipo que diseñó y construyó el edificio inaugurado en 1996- representantes de Telefónica, la Cámara Chilena de la Construcción y la Fundación Somos Aldea, realizaron un inédito recorrido por las dependencias de este hito arquitectónico de Santiago. Esto, como actividad previa de la 13ª Conferencia Internacional de Ciudad, organizada por la CCHC y que se realizará en este lugar el próximo miércoles 19 de junio.
El recorrido tuvo su momento cúlmine con la subida al helipuerto del edificio, desde donde se obtiene una vista privilegiada de Santiago. Recordemos que aquí se grabaron los videos musicales Bolsa De Mareo de Los Tres (1997) y I Wanna Give My Heart de Denise Rosenthal (2011).
La Conferencia Internacional de Ciudad es una oportunidad para participar sobre el debate de cómo revitalizar la capital y también volver a visitar el Edificio Telefónica. Atención con la entrada donde podrás ver el teléfono público que alguna vez estuvo en el Parque Forestal. Este junto al mítico teléfono del comercial de Cachiyuyo, son los dos que se guardan como registro de la antigua tecnología telefónica.
Para quienes en los años ´90 tenían un teléfono móvil, el diseño de la Torre Telefónica era un reflejo de la tecnología de aquel entonces: un celular tipo “ladrillo” con una antena. Sin embargo, nada más lejos de la intención de sus arquitectos.
Jorge Iglesis y Luis Corvalán -que el año 1992 desarrollaron el proyecto junto a Mario Paredes y Leopoldo Prat- aseguran que nunca tuvieron ese propósito. Lo que buscaban con la propuesta que ganó el concurso internacional para diseñar el edificio de la entonces Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), era un rascacielos moderno y único, que se convirtiera en un ícono de Santiago.
Y así lo hicieron. Con una maqueta, 12 planos, un anteproyecto y un presupuesto de 65 millones de dólares, se quedaron con el primer lugar del certamen que los llevó a construir en tres años el que fuera el primer edificio de hormigón con vigas postensadas del país y el que ostentó ser la torre más alta entre 1996 y 1999.
“Cuando ya teníamos la obra gruesa levantada, el directorio de la época nos preguntó si el edificio era más alto que la Torre Entel y la verdad que no éramos más altos, sino que 14 metros más bajos. Entonces nos dijeron ‘tienen que inventar una manera para que seamos más altos que la Torre Entel’. Se estudió y se decidió poner las antenas” recuerda Jorge Iglesis sobre los 143 metros de altura.
Si bien, se pensó que otra ubicación posible era la esquina de la Alameda con Santa Rosa, se optó por el terreno a pasos de la Plaza Baquedano y el Parque Bustamante, en donde antes existieron la antigua Estación Pirque (demolida en 1943) y las Casas Lazcano y Varas, proyectadas por Luciano Kulczewski (demolidas a inicios de los ’90).
Durante el recorrido por el edificio, arquitecto Jorge Iglesis y el constructor Luis Corvalán relevaron algunas de las ideas que rondaron el proyecto pero que solo se quedaron en el papel. Como el mármol negro pensado para la entrada, butacas de madera para el auditorio, el hormigón a la vista en el exterior del edificio y dos grandes escaleras mecánicas para el acceso principal que conectaran con dos patios abiertos a la ciudad.
Con todo, el edificio de la CTC -con sus 34 pisos y helipuerto- fue inaugurado en 1996 con dos inmuebles adosados como parte del conjunto: el Edificio Gemelo y el Edificio Bustamante. El primero con tan solo 9 pisos, que sigue la línea de la torre principal y el segundo en donde se encuentra un escondido Museo de las Telecomunicaciones.
Hoy la Torre Telefónica (conocida así desde que fue adquirida por Telefónica España) es uno de los hitos arquitectónicos de la ciudad. “Uno se puede dar cuenta que un rascacielos es icónico cuando su figura es simple, al dibujar la torre son dos líneas paralelas y unas cruces”, explicó Luis Corvalán sobre el ejercicio de abstracción del inmueble.
En sus 28 años de historia, el edificio ha tenido momentos felices y desafiantes. Por más de una década la Fundación Telefónica desarrolló aquí importantes exposiciones y eventos culturales, entre los que se cuentan muestras de Nicanor Parra (2001), Alfredo Jaar (2006), Roberto Matta (2000) y la recordada World Press Photo, que se realizaba cada año.
El momento más difícil se produjo con el estallido social de 2019 que provocó daños en los primeros pisos del edificio y que tuvo como consecuencia el cierre perimetral. Sin embargo, las oficinas corporativas de Telefónica siguieron funcionando en el lugar, renovándose los espacios que resultaron afectados e implementándose soluciones innovadoras para mantenerse a la vanguardia corporativa, en la línea del ahorro energético, además de plantas libres de trabajo y estaciones de carga eléctrica para automóviles y scotter. «El distrito Movistar está certificado de operar con energía 100% renovable no convencional (ERNC), gracias a nuestro convenio directo con una generadora eólica y solar. Adicionalmente, gestionamos el consumo del edificio a través de diversos mecanismos digitales que han transformado el edificio en un edificio inteligente, que nos permiten eficientar horarios de funcionamiento de luminarias, uso de ascensores o encendido de climatización. Sumado a ello, algunos cambios que hemos realizado como el uso exclusivo de luminarias LED de alta eficiencia, además de dos proyectos clave que estamos gestionando como la modernización a una central térmica de ultima tecnología única en Chile, y la incorporación de ascensores con co-generación de energía. Estos proyectos estarán operativos en su totalidad al año 2026» detalla Alexis Arellano Neira, Gerente Inmobiliaria, Administración y Seguros de Movistar.
En cuanto a las actividades culturales, estas se retomaron el año 2022 luego que se levantaran las restricciones post pandemia. A través de Fundación Telefónica se realiza un promedio existen de dos a 3 eventos semanales presenciales en el edificio, desde muestras de arte, ferias y exposiciones, entre otros.
Revisa las imágenes del recorrido: