*Por José Miguel Salgado

Cuando me propuse desarrollar un espacio dedicado al “Santiago Gay” me pregunte si era la persona adecuada para la tarea. Tengo el espíritu y la curiosidad para hablar y descubrir este lado de la ciudad, pero tengo que admitir que  hay quienes me llevan mucho camino recorrido, con años dedicados a abrir espacios para la comunidad LGBT en nuestra ciudad y nuestro país. Por eso, una de las personas con quién más quería conversar era Francisco Javier González, quién por varios años ha sido el responsable de desarrollar la guía turística gay más importante a nivel nacional: Gay Datos. Qué mejor padrino para comenzar este proyecto, que el hombre que produce esta revista.

Nos reunimos en un café a pasos de su casa en José Miguel de la Barra, donde comenzó contándonos sobre cómo la guía partió en formato digital para Perú y Argentina (vivía en Buenos Aires por esos años) y que rápidamente junto al dueño del Bar 105, decidieron crear una versión impresa para mostrar los lugares de la diversidad sexual en nuestra capital. En su primera edición, sin saber cual sería el resultado, contaron con ocho auspiciadores e imprimieron 5.000 ejemplares. Ya han pasado seis años desde entonces y hoy la guía se imprime de forma semestral y es parte de un proyecto que abarca a distintos países del continente en formato digital, siendo una de las plataformas más actualizadas con respecto a los espacios LGBT.

Cuando conocí a Francisco estaba ansioso de preguntarle sus perspectivas sobre la ciudad y la cultura LGBT en Santiago. Son pocas las veces en que uno reflexiona sobre nuestra comunidad o sobre la cultura gay, pero incluso si lo hacemos probablemente son opiniones bastante superficiales. Sin embargo, en su caso,  ha dedicado seis años a explorar la ciudad LGBT lo que probablemente le ha dado experiencias y perspectivas que me parecen interesantes de conocer y difundir.

Ya con café en mano partimos hablando sobre la historia de la guía, la que fue aprobada para estar dentro del catálogo de Sernatur. Para esto, la institución gubernamental le pidió cambiar el nombre, ya que esperaban ser más inclusivos y llegar no solo a la comunidad gay sino que a toda la diversidad sexual, así Gay datos paso a ser  “Todes” apelando al lenguaje inclusivo. Lamentablemente este nuevo nombre causó más confusión y hoy está de vuelta en su nombre original. Nuestra conversación comprendió distintos temas: las diferencias culturales con los países vecinos, recomendaciones de lugares para visitar, anécdotas de la vida nocturna, entre otros. Suficiente material para varias otras ediciones de este espacio. Sin embargo, hubo  tres puntos en los que Francisco compartió su perspectiva con respecto a aspectos que tienen que ver más con el carácter propio del Santiago Gay y que pueden ayudarnos a dilucidar cuál es nuestra identidad LGBT en la ciudad. 

El primero de ellos, es la denominación del barrio Bellas Artes como Barrio Gay de  Santiago.  Personalmente siempre me ha sorprendido el bajo, o inexistente, número de locales orientados a la comunidad gay en el supuesto barrio gay de la capital. Recuerdo haber mostrado Santiago a un  londinense y justamente cuando caminábamos por Bellas Artes me preguntó -¿Cuál es el barrio gay de Santiago?- A lo que respondí con entusiasmo -¡Éste!- Su reacción fue una mirada suspicaz e incrédula, ya que la comunidad gay no parecía estar representada en ningún lugar. De acuerdo a Francisco, Bellas Artes es el barrio gay de Santiago ya que la comunidad gay se siente muy cómoda en él y los bares y restoranes poseen una conciencia fuerte respecto a la diversidad sexual y respetan los derechos de las parejas que pueden ir a ellos, lo que no sucede en la misma magnitud en ningún otro sector de la ciudad. Además, destaca  la presencia de “El paseo de las muñecas” el que comprende la vereda oeste de José Miguel de la Barra entre Monjitas y Merced, donde la presencia de distintos cafés da la posibilidad de conocer  a otros hombres, simplemente coquetear, o de mostrarte y ser visto. Pero esto no me deja conforme. En otras ciudades los barrios gays son lugares que satisfacen las necesidades de la comunidad LGBT con espacios que se orientan principalmente a ella. Bares, saunas, sexshops o librerías exhiben con orgullo esta identidad, la que acá no se transparenta en ninguna parte. Esta inquietud nos llevó a nuestro segundo tema, el orgullo. Según Francisco a los gays en Chile les importa mucho el que dirán, les da miedo decir abiertamente que son gays y no son orgullosos de serlo. Aún a quienes tienen más de 30 años les cuesta darse besos o andar de la mano en público, pero según él, afortunadamente las nuevas generaciones están mucho más liberadas y están cambiando esto.

Por último abordamos la relación entre la comunidad, la ciudad y el sexo. Por qué es que no existen sex shops dedicados a la comunidad homosexual, o saunas con un estándar de atención más alto, con mejores instalaciones o simplemente menos escondidos. Según él, este es un tema que escapa a la comunidad homosexual y se hace presente en nuestra identidad nacional, ya que como país tenemos una relación culposa con el sexo, y ésta se permea a la comunidad homosexual, en la cual se pueden encontrar muchos prejuicios por tener una relación positiva con el sexo. Sin embargo, de acuerdo a Francisco también existe una deuda importante de los empresarios dedicados al mundo gay, ya que los altos ingresos que reciben no se ven reflejados en la inversión que realizan en sus locales, los que muchas veces se encuentran en malas condiciones y se mantienen así por años. Nos cuenta que hoy se está creando un conglomerado de empresarios dedicados a la comunidad LGBT, que suman sólo 123 a nivel nacional. Francisco dice:  “tenemos un buen nicho con la comunidad LGBT y creo que los empresarios están en deuda con la comunidad por todo lo que ganan”.

Conversar con Francisco no fue solamente entretenido, sino que un aperitivo que abrió nuestro apetito con respecto a historias y lugares de los que nunca habíamos escuchado y que exploraremos y compartiremos con ustedes en próximas ediciones.

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