*Por Paulina Cabrera C. / Fotos: Archivo Municipalidad de El Monte

El anfitrión de nuestro paseo a El Monte es Pato Gómez, un arquitecto que desde los 7 años vive en esta comuna de la provincia de Talagante, cuyo nombre completo es San Francisco de El Monte.

La historia del lugar ubicado al sur oeste del centro de Santiago se remonta a una tribu llamada Llopeo (Río Hermoso). Y su nombre como lo conocemos hoy se debe a los sacerdotes franciscanos que llegaron en 1535 cuando sólo habían bosques y montes. En 1682, la congregación reedifica el templo que actualmente ocupa la Parroquia San Francisco y se instala con su convento, conformando de a poco una pequeña aldea criolla con españoles, criollos y mestizos, que finalmente se funda en 1895.

El lema de la comuna es “donde nace la Patria” porque precisamente aquí fue donde crecieron y vivieron su infancia los hermanos Carrera, protagonistas de la gesta de la Independencia. De hecho en la hacienda San Miguel de El Monte (que también conocimos) fue bordada por manos de Javiera Carrera la primera bandera chilena. Mientras que a un costado de la Iglesia está el “Túnel de los Carrera”, los restos de lo que fue el pasadizo ocupado por José Miguel, cuyo cráneo se exhibe en el lugar (otra historia que también les vamos a contar).

Días de gloria
El año 1900 se construye la primera estación de ferrocarriles de El Monte, dando vida al pueblo a través de la instalación de comercio e incluso de un hotel. El padre de Pato, fue durante toda su vida trabajador de Ferrocarriles, por lo que vio de cerca como el estar en la ruta a Cartagena y San Antonio, marcó a la localidad como un “pueblo emergente”, que duró con espíritu hasta la construcción de las autopistas y la desaparición del tren de pasajeros a fines de los 80 (hoy queda solo uno de carga). Sin embargo, nuestro guía asegura que sólo falta voluntad, “porque están las vías listas para que pueda volver a operar el tren”. 

Según relata la historia municipal montina, otro gran foco de crecimiento fue el mineral de Naltagua, a cargo de la empresa minera francesa Societé des mines de Cuivre Naltagua, SMCN (1909) y de donde se extraía carbón y oro. La faena minera incluía andariveles sobre el río Maipo para transportar el material, y contaba con una fundición y un campamento que incluía una escuela, un policlínico, una pulpería y servicios de recolección de basura. Llegaron a vivir aquí cuatro mil mineros. Debido a los altos costos de la operación y a las pérdidas, la SMCN decidió finalmente paralizar la faena en 1945 y vender todo su activo. Hoy se pueden realizar tours pagados para conocer lo que quedó de este lugar.

De su infancia, Pato recuerda que la actual Avícola era el molino, que las parcelas vendían su cosecha directamente, que la carne se compraba donde “Don Pepe”; que el chancho en donde “El Tuco” y que la chicha en el bus de “El viejito de Lo Chacón”. Que por Avenida Los Carrera se hacían carreras a la chilena (sin montura) y también de galgos; que se temía por La Llorona, un fantasma que llora por el sector de Los Libertadores; y que si de personajes se trata, estaban el “Chaleco de Mimbre” (haciendo alusión a una garrafa y a su abuso del alcohol) y el “Límpiate los pies” (frase típica de un montino que le preocupaba mucho la limpieza).

La Plaza de la Independencia con la Parroquia San Francisco al fondo. Archivo de foto: Municipalidad de El Monte

Archivo de foto: Municipalidad de El Monte

Archivo de foto: Municipalidad de El Monte

Archivo de foto: Municipalidad de El Monte

Archivo de foto: Municipalidad de El Monte

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