A través del oficio de matricería y reproducción, Camila Astaburuaga y Francisca Castro fueron parte del equipo que devolvió a la vida molduras, arcos y capiteles del histórico inmueble perteneciente al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y que hoy es sede de la Convención Constituyente. También restauraron una cariátide del palco del Teatro Municipal. 

La restauración del Palacio Pereira fue gigantesca. Tal como les hemos contado, fue tal al detalle que hubo molduras que se recuperaron con bisturí. Un minucioso trabajo de más de 200 personas, entre restauradores que trabajaron en la limpieza de la fachada y los muros interiores del edificio para dar con el color original, además de albañiles, carpinteros, yeseros y estucadores. 

Las escultoras Camila Astaburuaga Peña (35) y Francisca Castro Peña (33) fueron parte de este proceso. “Hicimos la catalogación y restauración de elementos ornamentales de yeso, junto a un tremendo equipo conformado por Fernando Jiménez (escultor), Natalie Pizarro (restauradora), Constanza Fuentes (restauradora) y nosotras dos. Luego de estos trabajos se nos solicitó hacernos cargo de todas las copias y reproducciones que debían hacerse para el interior y exterior del Palacio, en este punto pudimos aplicar todos nuestros conocimientos desde la escultura en donde se generaron cruces de lenguaje muy bonitos, así nace La Matriz Taller”, nos cuentan las artistas sobre su emprendimiento que rescata técnicas tradicionales y desde donde han podido investigar y dar a conocer el oficio de la matricería.  

Para la que fuera mansión de Luis Pereira (encargada al arquitecto francés Lucien Henault y construida en 1872) y que hoy es sede de la Convención Constituyente, recuperaron decenas de ornamentos de la fachada, molduras, arcos y ocho capiteles interiores, estos últimos con más de un 40% de pérdida material. Trabajo que desarrollaron en yeso piedra y que vino a recomponer estos elementos arquitectónicos que se disponen a lo alto de columnas o pilares. Fue con una pequeña fábrica a pulso, en una tarea que les demoró varios meses.

A su papel en la recuperación del histórico inmueble de calle Huérfanos (en donde sacaron moldes in situ), se suman trabajos de restauración dentro y fuera de Santiago, como el que hicieron con una cariátide del palco del Teatro Municipal, en algunas de las fachadas de la Zona Típica de calle Dieciocho, en una casona diseñada por el arquitecto Emile Jequier y en la Estación de Ferrocarriles de San Francisco de Mostazal. También han realizado cursos y talleres: el próximo, uno que harán en la Escuela Nacional de Artes Aplicadas sobre restauración de yesos y matricería.  

Unidas por la valoración del mundo de los oficios y la conservación de lo valioso, complementan sus quehaceres en La Matriz con proyectos afines. Camila trabaja en la iniciativa Explorando Patrimonio, que a través de talleres, visibiliza el territorio y la arquitectura patrimonial desde la mirada de niños y niñas. Mientras que Francisca, integra el colectivo Barrio Corte Suprema, donde junto a un grupo de vecinos buscan proteger este sector del avance inmobiliario a través de gestiones con la Municipalidad de Santiago y el Consejo de Monumentos Nacionales.  

Las escultoras, ambas con Magíster en temáticas de patrimonio, se conocieron en la obra de restauración del Palacio Arzobispal en el 2016, pero no fue hasta un año después en que lograron trabajar juntas en el taller de moldes del proyecto de restauración del Pereira. “Comenzamos en la restauración un poco por casualidad, porque luego de salir de la escuela de arte coincidimos en el mundo de la restauración precisamente por los oficios y técnicas que se utilizaban, que eran prácticamente las mismas que nos habían enseñado en escultura, como el vaciado y la matricería”.

¿Cuál es la importancia que le dan al trabajo manual, es una práctica que ha ido tomando vuelo?
Creemos que existe mucha gente que se dedica a los oficios, sean estos desde el tejido en crin hasta el modelado de una escultura. Lo que ocurre en Chile es que existe poca valoración y visibilización del trabajo manual, se tiende a sobrevalorar el trabajo industrial, que muchas veces dan como resultado piezas de peor calidad que un trabajo realizado desde el oficio manual, donde el ejecutante deja su huella y vuelca gran parte de su tiempo en esa pieza.

¿Cómo ven este transitar entre restaurar versus construir y el debate patrimonial en contexto de estallido social?
Tenemos que partir diciendo que el patrimonio es un lugar de muchísimas pugnas, de acuerdos y desacuerdos. Nosotras creemos firmemente que, si no existe comunidad y colectivo que construya las definiciones sobre lo que es patrimonio, este no vale nada, no existe, el patrimonio por sobre todas las cosas es dinámico, mutable y aparece en la medida que existan comunidades que acuerden su valor.

Hasta hace poco las definiciones sobre patrimonio, probablemente antes del estallido, eran muy estáticas y rígidas, apegadas a un discurso oficial. Ahora por suerte, existe un cuestionamiento hacia estos relatos oficiales, sin embargo, falta mucho por avanzar sobre todo pensando en la nueva ley de patrimonio que no ha contemplado la consulta necesaria con los pueblos originarios.

En materia de restauración, creemos que muy importante pensar en la restauración arquitectónica no sólo con una finalidad estética, conservacionista y nostálgica de las ciudades del pasado si no como un camino que también tiene una función social, sustentable, de habitares dignos, con respeto hacia la memoria y las memorias de las personas y sus territorios. En este sentido es importante que en los procesos de restauración arquitectónica haya una mirada hacia la comunidad, ¿qué se restaura?, ¿por qué y para qué? son preguntas esenciales ante la ejecución de cualquier proyecto y aquí se está al debe en mucho de los proyectos actuales, sobre todo en hacer que el proceso de restauración se divulgue y exista participación de las comunidades más próximas, no nos podemos quedar en el inmueble solo como objeto sin pensar en el territorio en donde se inserta. 

¿Algún sueño o proyecto en mente que quisieran realizar?
Queremos seguir aportando desde la visión que venimos desarrollando durante estos años, poniendo énfasis en el área educacional, con el fin de generar debate y juicio crítico en relación a lo que se restaura, cómo se restaura y para qué se restaura. Además, impulsar el interés por la implementación de nuevas tecnologías que faciliten procesos restaurativos desde el criterio de las y los restauradores que se forman hoy en Chile.  

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