Hasta el lunes pasado, todos los que iban en bicicleta por la ciclovía de Rosas tenían que hacer lo que siempre se hace en la calle ante una luz roja. Esperar el cambio del semáforo intentando hacer equilibrio, todo para no bajarse de la bici. Apoyar la punta de los zapatos, buscar el borde de la vereda o lo más probable, bajarse para luego volver a emprender el pedaleo. Pero eso era hasta hace unos días.
Siguiendo los pasos de la experiencia danesa, que se destaca mundialmente por el alto nivel de integración de la bici como medio de transporte (el 50% la usa para ir a sus trabajos o lugares de estudio), Bicivilízate y Bicipunto se unieron para importar una innovadora y sencilla idea a Santiago. Se trata de barandas de descanso, algo así como un apoya pies, que permite a los ciclistas mantenerse arriba de la bici en los tiempos de espera. O sea, cuando llegas a la esquina y te toca justo una luz roja, puedes usar este novedoso inmobiliario urbano.
“Detenerse y bajarse de la bici es una acción que, para quienes pedaleamos, siempre queremos evitar. El ideal es mantener la bici en movimiento tanto como sea posible, si podemos evitar que el ciclista desmonte la bicicleta en las detenciones aportamos a enriquecer la experiencia del usuario» cuenta Claudio Olivares Medina, director de Bicivilízate, quien opina que es necesario invertir en infraestructura que esté pensada y diseñada para el usuario, teniendo en cuenta ahorro de tiempo, comodidad y seguridad.
Y estamos completamente de acuerdo. Muchas veces los ciclistas usan señalización vial y elementos como puntos de apoyo para mantenerse sobre la bicicleta mientras esperan el derecho a paso. «Ahora este dispositivo viene a satisfacer esa necesidad”, agrega Claudio.
Para Sergio Guzmán de la empresa BiciPunto, estas barandas ayudarán a formalizar el comportamiento de los ciclistas evitando la invasión o bloqueo de los cruces peatonales. “Una de las cosas que se busca demostrar con el desarrollo de este proyecto consiste en ver si este elemento en el contexto local ayuda a ordenar las zonas de acumulación y detención en la actual red de ciclorutas. Se hace necesario comprobar si dispositivos como esta baranda de descanso refuerza la correcta detención en las zonas de espera para una determinada intersección”, revela Sergio.
Así que vayan a probarla y nos cuentan qué tal les va. Porque por ahora es un piloto (de la municipalidad de Santiago y parte de un proyecto conjunto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo) que se puede transformar en algo replicable para el resto de las ciclovías. A pedalear se ha dicho!