Noches como estas quedan grabadas en el corazón de Santiago. La Alameda Libertador Bernardo O’Higgins, la principal avenida de la capital se transformó en un escenario para celebrar los 65 años de la Cámara Chilena de la Construcción.
Fueron más de 300 músicos, bajo la batuta de los maestros Nicolás Rauss, Pablo Carrasco y Juan Pablo Izquierdo que nos despertaron del calor de la tarde y nos hicieron vivir #CámaraATodaOrquesta.
Para ser testigos del proceso completo, llegamos temprano. En el frontis del GAM, la estructura de 500 metros cuadrados de tecnología LED, instalada desde anoche, mostraba en los 27 paneles los números del 1 al 11. Mientras que sobre las tablas, la Orquesta y Coro de la Usach hacía su último ensayo. Ahí conocimos a Jane Guerra, violinista con 12 años de estudio en el Conservatorio de la Universidad de Chile, que nos dijo que como en cada presentación estaban los nervios de siempre “y las aprehensiones de que todo lo que estudias en tu casa encerrada, salga bien acá frente el público”. Lo mejor para ella, era que por fin interpretaría la sexta sinfonía de Beethoven, “tiene nueve y sólo me faltaba tocar esta”.
En el público, y mientras el equipo de producción hacía los últimos ajustes (micrófono en cada silla, piolas que suben y bajan de la parrilla de luces, los acomodadores haciendo entrar a la gente) conversamos con Trinidad Jiménez Orrego, quien sentada en primera fila miraba como nosotros, el ambiente previo. Cuando le pregunto quien es, me dice sonriente que es la señora de Juan Pablo Izquierdo (director titular de la Orquesta de Cámara de Chile, Premio Nacional de Artes Musicales 2012) y quien será el encargado de cerrar el espectáculo dirigiendo a los niños y jóvenes de la Sinfónica Nacional Juvenil y Sinfónica Estudiantil Metropolitana (Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile, Foji).
Impecable y orgullosa del maestro, nos revela que los acompaña en cada concierto. “Lo respeto mucho, tiene un don y lo trabaja cada día, cada hora. Vive entregado por entero a lo que hace, él es un artesano de la música”, afirma convencida de que ésta es fundamental en la vida de los seres humanos. “Hemos buscado los sonidos, ese lenguaje desde siempre. Todo lo que es creativo y nos envuelve en su totalidad, nos cambia. Trabajar con una orquesta de jóvenes estudiantes es muy diferente que trabajar con una orquesta profesional, tiene un significado muy profundo”, agrega feliz y expectante de lo que está por venir.
Y lo que viene parte justo a las 19.30 horas. Se dan las palabras de bienvenida, la razón por la que estamos todos ahí (una celebración por los 65 años de la Cámara Chilena de la Construcción), un mapping en movimiento y luego la entrada de Nicolás Rauss, quien dirige a la Orquesta y Coro de la Usach. Ahí vemos a Jane, vestida como el resto de riguroso negro, interpretando con violín y arco las reconocidas piezas del vienés Johann Strauss, como la Obertura del Barón Gitano, la Polka “De caza” y las versiones con coro del vals del Emperador y El Danubio azul. Es con este último (el clásico de los novios), con el que la primera fila de invitados se para de su asiento y simplemente se deja llevar con los sonidos. Al igual que un par de pájaros (que aunque no lo crean) también se suman cantando.
Después de un breve intermedio, el turno es de Pablo Carrasco, quien dirige un homenaje a los 100 años del natalicio de Violeta Parra. Las orquestas Sinfónica Nacional Juvenil y Sinfónica Estudiantil Metropolitana interpretan primero la Suite Luz de Violeta, obra arreglada especialmente por el tubista Jeff Parker, para luego seguir con pasajes de Run-Run se fue pa’l norte, Gracias a la Vida y Volver a las 17. Los paneles de LED nos muestran un colorido fondo con imágenes de la cantautora, mientras el público feliz reconoce uno a uno los clásicos folclóricos.
El que cierra la noche, como les habíamos más arriba, es el maestro Juan Pablo Izquierdo, con 120 músicos de la Foji en escena para la obra Egmont, música incidental Op 84 de Beethoven. Lo acompañan en el escenario, la soprano Claudia Pereira y el orador Darwin Leroy.
La noche al fin está fresca y termina #CámaraATodaOrquesta con dos movimientos de la gran Sinfonía n°1 re mayor “Titan” de Gustav Mahler, una de las obras técnicamente más complejas jamás escritas.
Ahí está el director haciendo movimientos apasionados con batuta en mano, Trinidad en el público y nosotros. En total seis mil 300 personas que suavizamos por hoy el asfalto de la Alameda, con nuestros pies, nuestra emoción y la música.
- Revisa más fotos en nuestro Facebook
