Por primera vez en Chile tenemos la oportunidad de conocer el trabajo de uno de los más importantes foto reporteros de nivel internacional, comparable con Robert Capa y Henri Cartier-Bresson. Hablamos del destacado fotógrafo y documentalista brasileño Sebastião Salgado, cuya muestra con 65 fotografías se presenta hasta este domingo 11 de diciembre en el Centro Cultural de Las Condes.
Se trata de la serie Otras Américas, que retrata la vida de campesinos e indígenas del continente entre los años 1977 y 1984. Imágenes en blanco y negro, conmovedoras, llenas de emoción con la que Salgado plasma su visión sobre los agricultores y la resistencia cultural de los indígenas y sus descendientes.
En la exhibición te encontrarás con escenas de cementerio, una fiesta con músicos, una improvisada barbería en la calle y una pareja de campesinas moliendo maíz en México. El retrato de una pareja mayor en Ecuador, en donde ella sostiene un pollito y él, un perro. Ambos con muchas arrugas en el rostro y una dureza en la cara, que pareciera que transmitieran la frase “esto es lo que nos tocó vivir”. Y también niños jugando con huesos en el suelo, el imponente santuario de una Virgen y otro grupo posando con flores sobre las tumbas en Brasil.
Sin embargo, hay dos fotografías que particularmente me llamaron la atención y que hasta ahora me dejan pensando. Al final de la sala del ala oriente, está una imagen tomada en 1978 en Guatemala en que se ve en primer plano a una alegre niña con una bandeja de manzanas confitadas en la cabeza y en la pared de una casa de madera, la ventana por donde se asoma una mujer. Una composición perfecta, casi salida de un cuadro y con una de las pocas sonrisas presentes en toda la exposición.
La otra apela a lo contrario. En Brasil, un auto estacionado nos deja ver sentada a una novia, la más triste que he visto en la vida. La misma aparece en otra fotografía, en la sala poniente, en donde también se exhibe una presentación del mismo Salgado en formato TED. Aquí la instantánea nos muestra a la mujer rodeada su familia, incluyendo el que debería ser su esposo y una señora ciega con pinta de abuela. En las dos, la novia mantiene la misma desesperanza, como si estuviera condenada a hacer algo que no quiere hacer. Una historia de las miles que uno se puede inventar y que quizás ni Sebastião nos podría contestar.
- Dónde: Centro Cultural de Las Condes, Av. Apoquindo 6570 (entrada por Nuestra Señora del Rosario)
- Cuándo: Hasta el domingo 11 de diciembre, de 10.30 a 19.00 horas
- Cuánto: Entrada liberada
- Documental: Para complementar la exhibición se estará dando el documental La sal de la tierra, de Wim Wenders los días 10 y 11 de diciembre, a las 17:00 horas.
- Más info en www.culturallascondes.cl
Más sobre Salgado
“Cuando empecé este trabajo en 1977, después de largos años pasados en Europa y en África, el único deseo que tenía era regresar a esta querida Latinoamérica, a mi tierra brasilera que un exilio bastante forzado me había obligado a abandonar”, señaló en su oportunidad Salgado.
Este trabajo duro siete años, “o mejor dicho siete siglos para mí ya que tenía la sensación de retroceder en el tiempo” -como explica el autor que “frecuentaba la universalidad de ese mundo aparte, yendo de la región tórrida, casi costera y baja del Noreste de Brasil hasta las montañas de Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala y México”. Y agregó: “Soñaba con ese continente encantador, con toda su fantasía heredada de una tierra con historias increíbles y fue así como dejé ir mi imaginación a través de las grandes montañas verdes, de un rojo sanguino, de tonalidades extremadamente vivas que forman las murallas del Altiplano… Allá es realmente difícil saber si somos parte integrante de ese mundo o de otro ya que la muerte es la hermana inseparable de lo cotidiano”.