*Por Diego Escobedo
¿En qué consiste? ¿de verdad es un avance? ¿por qué genera tantos resquemores? En Amo Santiago te lo explicamos con peras y manzanas.
El pasado 26 de mayo, Día del Patrimonio Cultural, junto con reabrir el Museo Histórico Nacional, el Presidente Sebastián Piñera y la ministra de Cultura, Consuelo Valdés, firmaron el proyecto para una nueva ley de monumentos nacionales. Iniciativa que viene a reemplazar la normativa vigente desde 1970.
Según afirmó el mandatario “el proyecto busca centrar la protección a nuestra historia y a nuestra cultura, no solamente en los monumentos, sino que en todo lo que es patrimonio”, entre otras cosas, porque incorpora el concepto de “patrimonio inmaterial”. Por su parte, la ministra Valdés aseguró que “considerando las demandas del patrimonio y de la ciudadanía respecto a él, la legislación vigente está obsoleta”, y agregó que este proyecto viene a modernizar el Consejo de Monumentos, crea los Consejos Regionales de Patrimonio, dotando a las regiones de más autonomía, e incorpora a la participación ciudadana en la gestión del patrimonio.
No obstante pese a los anuncios, no han sido pocas las críticas emitidas desde el mundo de la cultura para este proyecto.
Primero, porque se envió al parlamento con carácter de “suma urgencia”, sin tiempo o espacio para discutirlo con los gremios y expertos del rubro del patrimonio. Desde el gobierno aseguraron que la instancia para discutirlo es el Congreso, pero ante las presiones, terminaron por dejarlo en “urgencia simple”.
El articulado de la iniciativa fue preparada por la Subsecretaría de Patrimonio Cultural. “El objetivo de esta ley es cambiar la mirada de que el patrimonio es el monumento o el barrio, para incluir otras concepciones culturales” afirmó su titular, Emilio de la Cerda. Explicó que este proyecto viene a solucionar la falta de incentivos para la inversión cuando un inmueble está sujeto a protección patrimonial, y agregó que “esperamos que se dé un buen debate en el Congreso, y vamos a escuchar a todos quienes quieran aportar”.
No obstante, desde el Colegio de Arqueólogos fueron bastante duros con la ley. Entre sus críticas, aseguraron que:
- Rechazaron la suma urgencia, y clamaron por una discusión técnica participativa de la nueva ley.
- La nueva ley perjudicaría el patrimonio arqueológico al separar a los bienes inmuebles de los “bienes de interés mueble”. ¿Qué significa esto? Que se produce una distinción jurídica de las colecciones arqueológicas del lugar donde se encontraron. Por ejemplo, un valle donde se encuentren restos de la cultura chinchorro pasa a ser automáticamente Monumento Nacional y a estar protegido por el Estado. No obstante, no pasa lo mismo con las puntas de flechas o momias que se encuentren en el mismo espacio. Al establecerse procedimientos y estatus diferentes para ambos, se estaría legalizando eventualmente las colecciones privadas adquiridas ilegalmente. “¡Una ley para Schüler!”, criticaron vía comunicado.
- Rechazaron la omisión de la consulta indígena y la inclusión de un representante de los pueblos originarios en el nuevo Consejo Nacional del Patrimonio Cultural (más adelante te explicamos quiénes lo compondrán). El fracaso de la consulta indígena para modificar la Ley Indígena en mayo pasado (más o menos al mismo tiempo que se envió este proyecto) nos da una pista para entender por qué este gobierno le hace el quite al diálogo con los pueblos originarios.
- Criticaron que la nueva ley obstaculiza la declaratoria de Sitios de Memoria, y exigen que exista un representante de estos sitios o experto en la materia conformando el consejo. Tema que ya con la nueva ley es problemático: aunque el ex centro de tortura Venda Sexy (ubicado en Macul) fue declarado Monumento Histórico en 2016, se encuentra en manos de privados, y este mes fue vendido a una inmobiliaria. Decisión que el CMN hoy lucha por revertir.
- La descentralización que promete la ministra Valdés no sería tan verdadera: el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (MINCAP) sigue teniendo la última palabra, pudiendo revertir las decisiones tomadas por los Consejos Regionales y el Consejo Nacional.
- ¿Cómo se compondrá finalmente el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural? Si actualmente cuenta con 22 miembros, estos serán reducidos a 17. Aunque no se especifica quiénes lo compondrán, 10 de ellos serían estatales y el resto, representantes de la academia y un integrante de la sociedad civil. En los Consejos Regionales, de 12 miembros, no existiría este último miembro. Desde el Colegio de Arqueólogos criticaron esta composición del Consejo, aseverando que, contrario a lo que promete el gobierno, restringe la participación ciudadana, y no incluye representantes del mundo indígena o de los Sitios de Memoria, convirtiéndolo en un órgano más político que técnico.
- Omite la función del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) como órgano con competencia ambiental.
- Promete regionalización y descentralización, pero en el proyecto enviado no se especifican recursos ni personal técnico… por lo que corre el riesgo de ser una ley desfinanciada. En otras palabras, letra muerta.
- ¿CAE Patrimonial? El gran drama de los propietarios actuales de inmuebles patrimoniales, sean personas o empresas, es que el Estado les prohíbe hacer cualquier modificación (como vender una casa vieja o derribar la fachada) y les exige preservarla sin ayudarlos financieramente (el dueño está obligado a restaurar esa misma casa vieja, aunque se esté cayendo a pedazos y cueste una fortuna). La nueva ley ofrece incentivos para revertir esta realidad, dando la opción de presentar un Plan de Gestión Patrimonial, para mantener o restaurar el inmueble patrimonial en cuestión. En el caso de que el propietario sea un contribuyente sujeto a impuestos de primera categoría (empresas o sociedades), los gastos de dicho plan podrán descontarlos de sus impuestos a la renta, con un tope de 2%. Poco, ¿verdad? Y en el caso de personas naturales que paguen impuestos de segunda categoría (un Juan Pérez cualquiera), esa persona podrá optar a un crédito por el 50% del costo de dicho plan… no son muy seductores los incentivos, ¿verdad?
Los más críticos claman porque los diputados rechacen la idea de legislar este proyecto tal como está. Otros prefieren que sea perfeccionado en el Congreso. ¿Qué opinas tú?
Lee el proyecto completo aquí.
Fuentes: