Siguiendo con nuestra intención de contribuir a una discusión amplia y respetuosa que indague sobre qué es lo mejor que podemos hacer desde la vereda de la cultura, el arte y de quienes defienden el patrimonio, le hicimos tres preguntas a Rodrigo Guendelman, fundador de la plataforma de Santiago Adicto, la mayor comunidad en redes sociales ligada a nuestra ciudad.

¿Cómo explicas la destrucción de monumentos y daño a la arquitectura? ¿Hay una falta de identidad de parte de algunos manifestantes? ¿Se justifica?
Todo lo que significa destrucción, es decir, romper o hacer algo a un objeto patrimonial que no puede ser reparado y que cuya restauración pueda costar tiempo y plata es algo que me parece completamente injustificable. Pero quiero hacer la diferencia entre haber destruido y en parte botado el homenaje al soldado desconocido ubicado junto al monumento al general Baquedano, eso es para mí completamente injustificable, pero quiero diferenciarlo por ejemplo de las paredes que se han usado como un libro abierto para vivir las sensaciones, para desahogarse, que en estos momentos y dada la profundidad de la crisis,  a mí los rayados y escritos en las paredes que sí son limpiables, y si son recuperables, me parecen entendibles, no sé si justificables, pero entendibles y de un daño mucho menor.

Hago la diferencia entre lo que es destrucción y lo que es rayado, y escritura sobre paredes. Y claro evidentemente esto tiene que ver con una parte de los habitantes de la ciudad que no se sienten ciudadanos, que no sienten que la ciudad les es propia, se hacen parte porque sienten que no han sido bienvenidos, y que han sentido segregados por lo que creo que evidentemente eso tiene que ver con lo que algunas personas vandalizan y destruyen.

Estamos viviendo una crisis, que sorprende a unos y era esperable para otros, ¿Cuánta desigualdad ves en la ciudad de Santiago?
La desigualdad en Santiago, la segregación de la ciudad ha sido -desde los 8 años que llevo hablando a través de las redes de Santiago Adicto, y que nuestra comunidad  habla a través de las redes- el mayor defecto y la mayor amenaza de la ciudad. Este es un tema que lo hemos comentado en muchas ocasiones en columnas en el diario La Tercera, en los programas en la radio Zero, en los post en Santiago Adicto y en las distintas redes sociales. También en los espacios, que incluso son propositivos el Hay que ir de Canal 13, la segregación de la ciudad que además fue diseñada y planificada a fines de la década 70 y principios de los 80 en dictadura es sin duda el mayor defecto, la mayor mancha que tiene la Región Metropolitana  y es algo que es obligatorio, urgente y extremadamente necesario ir solucionando con medidas de corto, mediano y largo plazo.

¿Cuál es tu postura para superar esta crisis? ¿Qué es lo mejor que podemos hacer desde la cultura, el arte y quienes defienden la ciudad?
Mi visión de esta crisis, trato de mirarla siempre  desde una perspectiva propositiva y positiva a pesar de lo difícil que es y me gusta mucho la metáfora de los dolores de parto que son necesarios para dar vida a algo nuevo. Creo que de esta crisis, a pesar de los tremendos costos que vamos a pagar en términos económicos, sociales, también  de desconfianza y nuevamente de separación en distintos grupos, creo que a pesar de eso es una tremenda oportunidad para que los chilenos que somos más privilegiados entendamos que no podemos seguir viviendo de cifras macro, de números que se ven bonitos en la planilla excel y de argumentos técnicos para poder justificar el país en el que vivimos.

Por lo tanto, yo, junto a la comunidad de Santiago Adicto, he tratado que todo lo que se ha mostrado a través de las redes sociales, lo que he hablado en la radio en estos días, de al mismo tiempo una mirada de diagnóstico que nos permita entender hacia atrás como llegamos a esto y al mismo tiempo de proponer soluciones de corto, mediano y largo plazo, buscar el entendimiento y separar necesariamente quienes se manifiestan con justo derecho de manera pacífica, de quienes violentan y destruyen. Para mí hay ciertas conductas que jamás van a poder ser justificadas como quemar la Línea 4 que es la que le da la posibilidad a más de medio millón de personas de Puente Alto de transportarse, que es justamente una de las comunas más vulnerables.

Eso realmente no tiene ningún tipo de explicación y me produce mucho dolor, pero creo que es fundamental tomar el mensaje, hacerse cargo,  empezar a digerirlo como sociedad y entender la parte de oportunidad que tiene esta crisis que evidentemente en términos de costos van a ser altísimos, pero tiene que venir un cambio y creo que eso solo se puede producir cuando hay este tipo de dolores y situaciones.

Santiago desde el aire. Crédito de foto: Guy Wenborne.
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