Llegó Santiago a Mil y con él, la transformación de la ciudad. La versión 22 de este festival de teatro partió este viernes en el centro capitalino con un desfile liderado por un gran caballo de metal, además de elefantes, jirafas y acróbatas pertenecientes a las compañías internacionales La Sarruga, Antigua i Barbuda, y las nacionales La Gran Reineta y Teatroonirus.
El punto de inicio fue la Plaza de Armas. Al atardecer, miles de personas llegaron al lugar para hacerse un espacio y ver en primera fila el paso de los animales a gran escala, movidos a pedaleo humano.
Una gran explosión con llamarada dio el vamos del festivo safari que recorrió cinco cuadras hasta llegar al frontis del Museo Nacional de Bellas Artes.
La música con ritmos africanos avivó el ambiente inundado de caras de felicidad y manos en alza que intentaron hacer su mejor captura de los pestañeos y saludos de las jirafas, el rugir de los elefantes, el galope del caballo en el aire y el encuentro final entre un hombre y una mujer en el lomo de su estructura de fierro. Todos personajes de las obras gratuitas que se presentarán en nuestras calles de aquí al 18 de enero.
Fueron 80 artistas en escena que movilizaron y vibraron con la sorpresa de más de 15 mil personas. Un buen punto de inicio para lo que se nos viene en las próximas dos semanas.
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