- Por Paula Bonnet
Sentarse en la barra de un café, pedir un cappuccino, una porción de cheesecake de manjar y mirar cómo los chicos juegan en el Parque Bustamante.
Salir a almorzar a la hora de colación, sentarse afuera, sentir el sol en la espalda y comer un contundente sándwich de jamón serrano, rúcula, queso de cabra, pesto y tomate. Tomar un jugo de maracuyá y olvidarse de todo por un rato.
Dar una vuelta en familia el fin de semana, comprar café y chocolate caliente para llevar, acompañar con unos brownies y medialunas, cruzar al parque y pasar la tarde entre juegos y sabores. La nueva cafetería Robusta, ubicada en Ramón Carnicer 73A-75, justo enfrente del Parque Bustamante, es el lugar ideal para hacer todas estas deliciosas experiencias una realidad.
Como muchas de las historias que se cuentan hoy en Santiago, la de Robusta empezó con un arquitecto llamado Roberto Jacob que ya no quería tener jefe. Su profesión lo decepcionó y así se entregó a un proyecto totalmente nuevo: “decidí emprender solo en algo súper distinto. Me atreví y abrí el café”.
Unos meses más tarde nacía Robusta. Es de esos lugares que deslumbra con su decoración minimalista pero no intimida, sino que invita. La balanza de panadería de barrio corona el mostrador, hay lugar para dejar la bici, un menú del día a precio económico y muchas delicias a la venta.
Los destacados de la carta son los cafés: el lugar le debe al nombre a una variedad bien fuerte. “Esa es la característica que le quería dar a la cafetería: personalidad”, cuenta Roberto.
Pero, ¿cómo hace un arquitecto inexperto para abrir una local así? El primer paso fue encontrar el lugar: aunque Roberto primero pensó en Barrio Italia, la ubicación de Ramón Carnicer demostró ser más interesante, no sólo por su cercanía al Metro y grandes avenidas, sino también porque hay más movimiento en los días de semana.Fue una movida importante: “la ubicación fue bien clave para decidir altiro si me tiraba solo o seguía con la arquitectura”, explica su dueño.
Segundo paso: conseguir alguien que lidere la cocina. Aunque compró la propiedad con derecho a llave, a Roberto todavía le faltaba el ingrediente principal para ofrecer las delicias que harían memorable a Robusta. Las redes sociales fueron la solución: en un grupo de Facebook conoció a Ani, una chef que, como él, buscaba un trabajo más tranquilo, donde poder hacer uso de su pasión y creatividad. Justos diseñaron la carta y le dieron la identidad gastronómica al café.
El resto de los pasos se dieron con mucha ayuda de quienes lo rodean. Su polola, diseñadora de ambientes, lo ayudó con la decoración y el branding. Su suegro, ingeniero, hizo la instalación eléctrica. Amigos chefs y abogados le brindaron buenos consejos. Con toda esta buena onda fue que en marzo finalmente inauguró Robusta.
La principal peculiaridad del lugar es que provee mantas para los que quieran pedir la comida para llevar y disfrutar de un picnic en el parque. “Quería dar algo especial en comparación a todos los locales que se encuentran acá”, relata Roberto, “ha funcionado súper bien”.
Son estos detalles los que hacen que Robusta se destaque entre tantas cafeterías. En esta misma línea, Robusta no solo vende comida preparada, sino que también ofrece bolsas de café, repostería e incluso los mismos vasos en los que se pueden disfrutar los jugos. “Esa es la idea de almacén: que lo que ocupo para la venta, la gente también lo pueda adquirir y hacer lo que estime conveniente”, explica Roberto.
Este joven arquitecto devenido emprendedor gastronómico ya piensa en el futuro: tiene la idea de reproducir el concepto de Robusta frente a diversos parques de la ciudad, mantener las mantas y el buen café.
¿Y cómo resultó esa idea de “no tener jefe”? “Quizás no lo tenía tan bien pensado”, confiesa Roberto, “pero valió la pena. Estoy muy contento, mucho más que antes”.
- Dónde: Ramón Carnicer 73A-75, Providencia
- Cuándo: De lunes a viernes de 9.30 a 20.30 horas y sábado de 10.30 a 18.30 horas. Domingo cerrado.
- Más info en su Facebook/RobustaCafetería
Robusta: en 2 meses voy para Santiago y obvio que me acercaré ahí para comerme und sandwich ….. Pero con mantita en el parque! Muy buena idea!
Me encanta el lugar, ricos productos… pero no entiendo la lógica de los horarios de atención. Pasa cerrado. El fin de semana ni abre. En la tarde cierra muy temprano. Una pena.
Un fin de semana largo que iba con una amiga a trabajar, estaba cerrado. Hoy son las 5 de la tarde, e imposible quedarse a trabajar con el computador ahí.