El domingo pasado la misión fue solo una. Tomar la mantita de picnic y partir rumbo al Parque Araucano. Aquí se celebró el fin de semana, Gustock, la fiesta que llama a hacer una revolución a punta de canastos y manteles, todo con el trasfondo de valorar el espacio público.
La programación contempló bandas en vivo, juegos para niños, degustaciones varias y un taller para aprender a hacer un huerto. Nosotros llegamos a agarrar mantita de regalo y a escuchar a Yael Meyer (cantante chilena que vive hace años en Estados Unidos y que vale la pena conocer) y algo de Nano Stern.
Lo bueno de estas actividades, más allá del branding que puede resultar necesario pero invasivo, es que suman a iniciativas como la comunidad De Picnic que lanzamos con Bicivilízate el 2012 o lo que hicimos con las actividades anexas del carnaval 100 en 1 día Santiago.
Según cifras del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago tiene un promedio de 4,5 m2 de áreas verdes por habitante cuando lo recomendado en los estándares internacionales es de 9 m2. Esto significa que existen alrededor de 2.750 hectáreas de áreas verdes en Santiago, cuando lo que necesitamos es que sea justamente el doble. ¿Qué hacer? Valorar nuestros parques y plazas haciendo uso de ellos y dejando de manifiesto la necesidad de más, especialmente en las comunas del sector poniente.
Porque no hay mejor terapia que poner los pies en el pasto, mirar un árbol y comer sanguches preparados en casa. La receta del médico para sacarse el estrés de encima debería ser 2 picnics al mes y caminata diaria.
Viva el picnic!
Ya que pasó Gustock a fijarse en las recetas saludables de su sitio
