Pasamanos de bronce, grandes espejos bicelados y papeles murales traídos directamente desde Europa, son sólo parte de los hallazgos que salieron a la luz durante la restauración del emblemático Palacio Íñiguez, la emblemática construcción de la esquina de Calle 18 y la Alameda.

Los trabajos de recuperación son obra de un grupo de titulados de la carrera de Restauración Patrimonial en conjunto con Irarrázaval Arquitectos, quienes trabajaron cerca de un año y medio en el reacondicionamiento del palacio que reabrirá sus puertas como sede de Duoc UC, y que se espera reciba a cerca de 1.500 alumnos. De hecho se habilitaron nuevas dependencias como una sala de exposiciones, biblioteca, talleres, laboratorios, salas de clases y un auditorio para 300 personas.

La recuperación de los espacios físicos del pasado está en el ADN de Duoc UC y es por eso que hoy la inauguración del Palacio Íñiguez viene a complementar otros rescates patrimoniales como el Palacio Eguiguren, que alberga la sede Padre Alonso de Ovalle, y el Edificio Luis Cousiño, que hoy es el centro de Extensión Duoc UC en Valparaíso. Estos son espacios recuperados, tanto para nuestra comunidad educativa, como para la sociedad, perdurando como un aporte concreto a nuestra historia.

Ricardo Paredes, Rector de Duoc UC.
Crédito de foto: Duoc UC.

Historia
La construcción del Palacio data de 1908 y fue realizada por los arquitectos Ricardo Larraín y Alberto Cruz, como residencia de Eduardo Íñiguez Tagle y Loreto Undurraga.

El edificio de estilo ecléctico “sorprende por el recargado tratamiento de su fachada, que incorpora elementos del art nouveaux y la corte de Los Luises, acentuada por balcones bombé, pilastras, guirnaldas y esculturas. En su interior se conservan chimeneas, medallones con pinturas, cielos artesonados, barandas, el ascensor y los ricos detalles del hall de doble altura, que salvaron milagrosamente del incendio que destruyó la cubierta en el año 2013” detalle Brugmman Restauradores en su guía de La Ruta de Los Palacios y las Grandes Casas de Santiago.

En el texto, señalan que el matrimonio Íñiguez – Undurraga destinó la planta baja para el comercio, mientras que los niveles altos para cuatro viviendas.

De hecho, cuenta la historia que José Domingo Torres, mayordomo del Palacio y excelente cocinero conocido por sus alfajores y mistelas, fue ayudado por su patrón para fundar la Confitería Torres que se mantiene hasta hoy.

Aprendí a fabricar papeles con sobre relieve porque los papeles del palacio eran exclusivos hechos en Inglaterra, lo que significó un gran desafío que sorteamos creando una fórmula para replicar los papeles originales usando técnicas y materiales modernos.

América Pax Guzmán, titulada de la carrera de Restauración Patrimonial de Duoc UC.
Crédito de foto: Duoc UC.
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