El fin de semana vivimos un tremendo y feliz #DiadelPatrimonio tomándole el pulso a la fiesta cultural que cumplió 20 años de historia. Una jornada en donde la gente salió a la calle a recorrer, conocer y disfrutar de lugares que habitualmente no son accesibles el resto del año, y otros que son una oportunidad para volver a visitar.
El equipo de Amo Santiago estuvo desplegado por 20 espacios en distintos puntos de la ciudad. Así que aquí les dejamos el resultado: Disfrútenlo.
Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Templo católico de estilo neogótico diseñado por los religiosos arquitectos Gustave Knockaert y Huberto Boulangeot y que data de 1919. La estructura de hormigón armado tiene elementos distintivos de la arquitectura gótica. Posee una profundidad de 68 metros con un ancho de 30 metros. En tanto que las torres de las agujas más altas, alcanzan los 55 y 65 metros.
Hermosos son sus vitrales, que dejan pasar la luz, que simboliza la máxima expresión de la divinidad.
Basílica del Colegio Sagrados Corazones
En la Alameda, casi al llegar a Almirante Latorre, otra Basílica de grandes proporciones llama la atención desde la avenida. Se trata del templo que acompaña al Colegio de la congregación Sagrados Corazones, más conocido como el colegio de los Padres Franceses, que abrió sus puertas en 1849.
Aquí han estudiado políticos, héroes de la Guerra del Pacífico y artistas entre los que se cuentan Nemesio Antúnez y Roberto Matta.
Hoy el uso de la Basílica es restringido sólo al alumnado del establecimiento escolar.
Fábrica Panadería San Camilo
Un descubrimiento fue este lugar ubicado en calle San Pablo. En el local se fabrican las bollerías y tortas características de esta panadería que partió en el año 1884.
Aquí nos encontramos con una linda vidriera con figuritas de madera y empleados orgullosos de su trabajo, algunos con más de 35 años en el mundo de los pasteles. Labores artesanales que incluyen un meticuloso quehacer, como el pegado con manjar de cada uno de los chilenitos y empolvados.
Lo más freak: Lord Vodemort y billetes parlantes
La nota más curiosa del fin de semana la dio la performance en el Castillo de Macul, donde funciona la municipalidad comunal, y que tuvo como guías del Palacio Vásquez a nada menos que a personajes de la saga de Harry Potter. Decenas de seguidores de las historias de la autora británica J. K. Rowling, se vistieron para estar a tono del encuentro en donde vimos desde varitas mágicas y amuletos, hasta figuras de colección, cajitas musicales, bufandas rayadas y escobas voladoras.
Los billetes del mil, 5 y 10 mil pesos también salieron a celebrar este fin de semana, contando las historias de Ignacio Carrera Pinto, Gabriela Mistral y Arturo Prat. La intervención fue idea de Banco Estado y tras la publicación de la foto en nuestras redes sociales, pudimos saber que quien personificó a Carrera Pinto fue @juan_pablo_zepe.
Casa Griega en Barrio República
Así como el famoso baile en la película Zorba el Griego, también pudimos ver a un grupo de descendientes helénicos bailar el alegre compás de la danza sirtaki.
Este Día del Patrimonio la comunidad abrió las puertas de la Casa Griega, la primera sede de los inmigrantes que llegaron a Chile en 1945 dando a conocer algo de su cocina, mitología y arquitectura.
Si se lo perdieron no se preocupen, el próximo 6 de julio habrá una taberna, una jornada de baile y comida típica en donde también estarán como invitados la comunidad siria.
Historias de transporte
El metro abrió por primera vez sus talleres en las inmediaciones de Estación Neptuno donde se permitió a los visitantes conocer más sobre el armado de los 35 nuevos trenes de la red, los llamados NS-16 y de los cuales 9 ya se pueden ver en la línea 2 del metro.
Para los más nostálgicos, estuvieron las famosas micros amarillas, esas que existieron antes del Transantiago y que operaron entre 1992 y 2007.
Cómo no recordar los tiempos en donde cada chofer vestía a su micro como su segundo hogar (algunas parecían verdaderas discotecas) y cómo la confianza era parte natural de nuestras relaciones. Esa que hacía que quienes se subían por la puerta trasera, pidieran a los pasajeros hacer llegar su dinero hasta el chofer y recibiera de vuelta, tanto el vuelto como su boleto. ¡Qué amabilidad!
Más fotos de la jornada aquí 🙂