A chuzo, pala y mucho esfuerzo vecinos de la Villa Lo Blanco Norte de la comuna de El Bosque transformaron un descuidado desierto en una hermosa área verde. En el contexto del programa Fosis Fortalecimiento de la Vida en Comunidad, ejecutado por la consultora Senda, Capacitación y Desarrollo Humano, la comunidad transformó lo que era para ellos “una plaza fea” en un espacio de encuentro, con pasto, flores y árboles. Todo, con sus propias manos.
El efecto fue inesperado. “En el tiempo que llevo en la villa nunca había visto a los niños recogiendo basura de esta esquina ni tampoco regando por iniciativa personal, a los árboles”, cuenta Jimena Carrasco, vecina del lugar.
Carmen Pinto, también residente del barrio, está feliz con el proceso vivido, porque gracias a él comenzaron a recuperarse las confianzas y la colaboración entre vecinos: “acá todos empezaron a remar para el mismo lado”, asegura. Y está claro al ver los resultados, porque por una parte pudieron reconectarse y por otra, transformar un pedazo de mundo.
El proyecto, que comenzó en julio de 2014, comprendió una fase inicial, donde se detectaron las necesidades de la comunidad, cuenta el equipo de Senda, Capacitación y Desarrollo Humano.
Ya con ese diagnóstico, los sábados de noviembre y diciembre fueron horas de trabajo duro. Desde temprano, fue literalmente manos a la obra, para limpiar y picar la tierra. “Las herramientas rebotaban de lo duro del terreno. Fue un trabajo pesado”, nos cuentan los miembros de la comunidad.
“Acá hay fuerza de niños, de mucha gente”, indica orgullosa Carmen. Por eso, desde ese mismo afán colectivo salió el nombre del lugar: “cada vecino escribió un deseo personal y lo depositamos en una cajita que está enterrada al lado de uno de los árboles que plantamos.
Un ejemplo a seguir, inspirador por todos lados que se mire.
Conoce más de esta historia, con el hermoso documental realizado por Margarita Quiceno.