El Parquemet y sus 737 hectáreas enfrentan un nuevo año de sequía. Escenario adverso que se enmarca en la escasez hídrica que afecta a toda la zona central del país por más  de 11 años consecutivos y que ha obligado al mayor parque urbano de Santiago a un continuo manejo de su sistema hídrico y al tratamiento de sus suelos para hacerlos cada vez más eficientes.

Existe un 86% de déficit del recurso hídrico diario debido a la drástica disminución de la disponibilidad de agua en las captaciones tanto de los canales El Carmen (-87,50%) como del Metropolitano (-83,30%). Y según informa la Dirección General de Aguas,  el río Mapocho tiene hoy un promedio de -65% de su caudal histórico y el Río Maipo -53% en lo que va del año.

“Estamos programando riegos priorizados según la resiliencia de las especies de cada sector y sus tiempos y condiciones de recuperación. Por eso, hemos decidido asegurar el riego de especies arbóreas y arbustivas de mayor valor histórico y ornamental para nuestras plazas y jardines, fundamentalmente nuestros árboles patrimoniales para mantener la belleza de nuestro parque, así como nuestras plantaciones de vegetación nativa realizada en las últimas décadas” reveló el director del Parquemet, Martín Andrade.

“Lamentablemente, esto implica la disminución del riego en algunos sectores, como las grandes extensiones de césped, por ejemplo, las del sector La Pirámide, las de la zona baja de Mapulemu, las aledañas al sector de picnic del Balneario Tupahue y las presentes en algunos lugares del sector Pedro de Valdivia Norte, las que al largo plazo se verán afectadas, pero que tienen la capacidad de recuperarse rápidamente a futuro ”, agregó la autoridad.

Es decir, veremos una evidente perdida de césped en sectores de plazas y jardines, pero se mantendrán los árboles y arbustos que permiten brindar oxígeno a la ciudad, captar el dióxido de carbono y disminuir el polvo en suspensión (smog), retener el agua brindando más humedad, contener las laderas de sus seis cerros con sus raíces y, por supuesto, ofrecer áreas verdes de alta calidad a los habitantes de nuestra capital y a los visitantes de otras regiones del país y de todo el mundo.

Medidas concretas

¿Cómo se ha preparado el Parquemet para este escenario? Desde el 2015 hasta el 2019, el equipo de la División de Parques y Jardines realizó un mejoramiento en la captación y distribución de agua gracias a la construcción de un renovado tubo matriz de nueve mil metros lineales, hecho de polieteno de alta densidad. Además de brindar una larga vida de uso, este evita roturas y fugas  innecesarias como sucedía con las tuberías de la antigua matriz, lo que permite mantener un sistema continuo de la distribución que es captada de los canales El Carmen y Metropolitano para ser inyectadas mediante el impulso de bombas a los 10 estanques donde se almacena el agua que posteriormente se distribuye.

En los últimos años, este Servicio perteneciente al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, también ha trabajado estratégicamente en su plan de manejo de suelo, que consiste en la reducción de combustible, ramas o árboles muertos para transformarlos en chip, los que posteriormente se suman al terreno como material vegetal (orgánico) para nutrir el suelo y retener el agua.

Además, en la última década se ha reemplazado el riego por surco utilizado desde principios del siglo XX -sistema antiguo y de poca eficiencia por su alta perdida de agua, en la que cada planta sólo es capaz de retener un 40% del total-, por un nuevo sistema tecnificado, y que toma en consideración requerimiento de cada especie plantada, que en los últimos años se han concentrado en especies nativas, siendo el riego por goteo el que tiene el menor consumo hídrico por metro cuadrado (5,6 m3/ha) y menor cantidad de tiempo riego, generando que la planta pueda captar el 95% del agua.

Por último, y para asegurar el crecimiento vegetal, se han incorporado nuevas tecnologías como el gel hidratante con estimulantes del desarrollo radicular (que afecta directamente a la raíz) y fertilizante de entrega lenta. Con esto se logra que posterior a la época de plantación, la raíz comience a desarrollarse en presencia de humedad, incorporándose los nutrientes cuando empieza a elevarse la temperatura.  Durante el período de riego el gel retiene la humedad evitando la percolación profunda, lo que permite distanciar la frecuencia de riego y uso más eficiente del agua.

“Aquí se requiere el aporte de todos, de nuestro equipo, de los que ahorran el agua en sus casas, los que hacen aportes desde sus empresas y la participación de la ciudadanía en el cuidado de este pulmón verde. Todos estos esfuerzos sumados son los que nos van a llegar a proyectar este parque hacia el futuro, para que sean muchas más generaciones las que disfruten de este lugar de encuentro y pulmón verde tan querido”, concluye Martín Andrade.

Cuando el parque no era parque

A comienzos del siglo XX la cadena de seis cerros que componen el parque, eran terrenos usados para la explotación de canteras desde donde se extraían los adoquines para las calles de la ciudad y para otras construcciones relevantes como las escaleras del Palacio de La Moneda, y que carecían casi completamente de vegetación.

Luego de la Ley que autorizó la expropiación de estos terrenos el 28 de septiembre de 1917, comenzó una increíble odisea para poblar de vegetación una inmensa extensión de tierra que por aquellos años marcaba una parte de los límites de la ciudad. Así, en 1921, se inició la construcción de su primer sistema de regadío, con el que se plantaron los primeros 400 aromos frente a la Calle Domínica y, al año siguiente, comenzaría la primera de muchas plantaciones que le han dado forma a lo que hoy conocemos como Parquemet, o San Cristóbal como muchos capitalinos le dicen con cariño.

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