Se trata del primer simposio internacional de escultura “8 mujeres esculpiendo piedra en vivo”, donde los vecinos del centro de Santiago y visitantes de otras comunas, podrán apreciar en tiempo real cómo trabajan un trozo de roca hasta transformarlo en una pieza única.

Durante dos semanas, subir a la terraza del Castillo Hidalgo del cerro Santa Lucía es encontrarse con una nube de polvo, golpes de cincel y ruidos de corte en la piedra. Ocho mujeres artistas esculpiendo en vivo que participan de Revive, el simposio internacional de escultura que busca acercar el arte a la comunidad y también revitalizar el Barrio Bellas Artes.

En  apenas 15 días, los bloques de mármol travertino traídos desde el norte del país, se transformarán en obras de arte, permitiendo al público aprender y ser testigo del proceso.

Bajo la curatoría del escultor y académico Arturo Hevia, participan -trabajando sus maquetas previamente seleccionadas- las destacadas artistas nacionales Macarena Irarrázaval, Maya Estrada, Sonia Ubilla, Fernanda Cerda, Luz Yankovic y Marcela Romagnoli y las argentinas Trinidad Caminos y Carolina Palmero.

“Esta actividad, donde participan solo mujeres como símbolo de vida y empuje, busca reencantar a los capitalinos y turistas con este sector de Santiago que tradicionalmente ha sido escenario del arte y la cultura. Esperamos que muchas personas se animen a participar de la observación del proceso creativo”, detalla Esteban Briones, impulsor de la actividad y representante del tradicional barrio santiaguino.

El evento, que nace precisamente de los vecinos y vecinas y de los locatarios del sector fuertemente afectado por la pandemia y el estallido social, es organizado por la Asociación Gremial Barrio Bellas Artes y cuenta con el patrocinio del Gobierno Regional, Sercotec y el Municipio de Santiago, además de la colaboración de las secretarías regionales ministeriales (seremis) de Cultura y Economía, Sercotec, Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y Travertino Chile.

  • Dónde: Terraza Castillo Hidalgo.
  • Cuándo: Hasta el 30 de junio de 09.00 a 18.00 horas.
  • Cuánto: Entrada liberada.

¿Quiénes participan y cuáles son sus obras?

Macarena Irarrázaval (1970) viene de organizar un simposio de esculturas en Pichilemu, en donde participaron varias de las artistas que hoy son parte del encuentro del Santa Lucía. Para ella, la escultura es su pasión, su oficio y también una terapia. “Agarrar la máquina todo el día es poderoso, tiene que ver con tu espíritu, cómo manejas tu mente y tu cuerpo, necesitas fuerza y para eso necesitas estar sana” asegura sobre la disciplina.

Si bien hace 30 años está radicada en la Región de O’Higgins recuerda su juventud ligada al Barrio Bellas Artes. En el sector estudió teatro con Gustavo Meza, tomó cursos de arte en Mulato Gil y “carreteaba» en Bellavista y en el local Jaque Matte de la Alameda. Por eso volver al barrio tiene para la artista un significado especial, de reencuentro y nostalgia.

La obra que desarrolla se llama “Vida”. La figura hace alusión a un árbol abstracto y llama a reflexionar sobre la importancia de la naturaleza y sus ciclos. “Puede haber un incendio pero las raíces florecen, puede haber una tala y vuelve el bosque. Los árboles han visto desde 1890 la historia de Chile, es lo único que queda vivo”, indica.

 

La obra de Maya Estrada (1962) se titula “versión 5.0.” y hace un homenaje a la juventud, “porque es fugaz, porque está en ellos revivir, reconstruir todo lo nuestro, tienen la fuerza, la energía y la visión de salir adelante, de innovar y hacerlo bien”.

La artista, que también es fotógrafa, estudió en la Pontificia Universidad Católica de Chile y ha participado en más de 30 exposiciones. Hace 12 años trabaja la piedra. Esmeriles angulares, disco de corte diamantado y cinceles son sus herramientas habituales. 

“La piedra es un material duro pero hay que enfrentarlo como las durezas de la vida, estamos preparadas para todo como mujeres. Entonces imagínate que nos juntemos todas, un grupo bello a trabajar la piedra, a tratar de renovar este espacio tan lindo que es el Barrio Bellas Artes, es majestuoso, es una pasión para nosotras”.

 

Marcela Romagnoli (1970) ha participado en más de 20 simposios de escultura en Chile y el extranjero. “Me encanta porque lejos lo que más tiene valor es el proceso de trabajo, siempre he sido una amante del proceso” destaca sobre el evento. Al tiempo de valorar el intercambio entre los escultores y el poder compartir con el público. Sobre el lugar dice que es “alucinante, me dan ganas de restaurar el cerro completo y este edificio. El objetivo es que la gente vuelva a venir al centro, al barrio, que se atreva a volver a estos espacios urbanos”. Y agrega sobre el estallido social: “es bien triste como somos capaces de destruir nuestro propio país, nuestro propio patrimonio, eso es lo que más duele. Ahora es el tiempo de recuperar un poco el patrimonio con las obras de cada una de las ocho mujeres, ojalá esto motive a la gente que baje al centro de Santiago”.

Su obra se titula “El vuelo tiene un riesgo” y consta de dos piezas, una mujer que vuela sostenida por los brazos de su pareja. La maqueta de la imagen será llevada a dos bloques de piedra.

 

Luz Yancovic lleva más de 25 años dedicada a la escultura y ha trabajado especialmente el metal. Sobre la destreza física que requiere el esculpir los grandes bloques de mármol, asegura que es un “trabajo súper físico, es como un gimnasio, pero no cambia el hecho de ser mujer porque es aprender a usar la fuerza. Es un trabajo de técnica donde se aprovechan los pesos de las máquinas y uno se va entrenando”.

La obra con la que participa se llama “Renacer”, similar al título del simposio y es una figura que emerge y vence la resistencia. 

“Los simposios son súper importantes, donde se puede ver cómo se trabaja. Ver un bloque de este tamaño es bastante impresionante y ver en lo que se transforma. Es bonito mirar a la gente que va todos los días, o día por medio y se banca el polvo, que a todo esto es carbonato de calcio, no es tóxico y le hace bien a las plantas, a los árboles” revela.

 

Sonia Ubilla (1961) también lleva 25 años dedicada a la disciplina. En su carrera ha trabajado distintos materiales, desde piedra, madera y arcilla, hasta fibra de vidrio y fierro. 

Su pieza se llama “Vuelo” y está inspirada “en el vuelo de una mariposa y cómo nuestro simposio se llama Revivir entonces es un vuelo para salir adelante. La obra tiene un espacio donde la gente va a poder traspasarla como un portal, como las puertas que usan en Europa para los triunfos”. 

Sobre el encuentro de mujeres indica que ojalá se hicieran más de este tipo de iniciativas y que nosotras “las mujeres nos dieran mas oportunidades porque recién se está abriendo el espacio a más artistas chilenas, es súper rico compartir con escultoras que son de Argentina, estamos felices ha sido una experiencia muy bonita. Es mi primer simposio pero he participado de hartas exposiciones”.

Y agrega: “queremos que nuestro patrimonio reviva nuevamente, renazca, vuele, como el nombre de la escultura. Tu vas fuera de Chile y los centros de las ciudades son sumamente importantes, tenemos tantos edificios patrimoniales maravillosos, este mismo Castillo Hidalgo, ojalá que esto sea el grano de arena para que comencemos con nuestra reconstrucción, el impulso para volar”.

 

La obra que presenta Fernanda Cerda se titula “Dos en una” y se trata de un conjunto de mujeres abrazadas, en donde se ve una protegiendo a la otra. “La de más en altura me recuerda mucho a mi abuela que sujeta a toda la generación de mujeres más jóvenes, es la sabiduría y las abraza hasta la raíz. Es la generación de la madre y la hija, todo esto es un abrazo bien compacto y abajo está la madre naturaleza conectadas con nosotras”.

La artista lleva más de 38 años dedicada a la escultura, donde partió como ayudante de otros simposios y de destacados exponentes de la disciplina como Francisco Gacitúa y Hernán Puelma.

Fernanda rescata sobre la actividad especialmente el lugar en donde se desarrolla: “estamos en el centro de Santiago acá arriba y pasa todo allá abajo. Está todo conectado, es estar haciendo arte, devolviéndole el arte un poco a este barrio que tuvo un fuerte remezón y ahora lo estamos haciendo revivir”. 

 

Trinidad Caminos (1969) nació en Córdoba, donde actualmente dirige la Academia Pietra Santa. Lleva más de 30 años dedicada a la escultura, especializándose en mármol en Carrara, Italia. “Allí adquirí la técnica y el oficio en el mármol, a los pies de la cantera donde trabajaba Miguel Angel, eso fue un antes y un después en la manera de encarar la piedra. Se puede, más que la fuerza, es la técnica, cómo agarrás el martillo y el cincel”.

Sobre el encuentro que reúne sólo a mujeres dice que es “lindo ver sensibilidad femenina junta haciendo escultura”, enfatizando que “hombres y mujeres somos iguales”.

Su obra se llama “Pulsión de vida” y es una mujer que emerge de la piedra. “El bloque representa lo que oprime, el tema era Revive, entonces esta es una mujer que tocó fondo y surge y dice no me van a vencer y vive de nuevo, es la elección de vivir cuando todo parece que está perdido”.

 

Coterránea a Trinidad es Carolina Palmero, quien para el simposio presenta “Mariposa dorada”, el rostro de una mujer que habla de transformación y renacimiento, “la mariposa pasa por un gran proceso de metamorfosis, es proceso natural de la vida, siempre es para algo mejor, la mariposa al principio sufre en su transformación pero después renace y está libre”. Algo que compara con el resurgimiento del mismo Barrio Bellas Artes.

Ligada desde los 12 años al arte, también se especializó en Carrara “donde están las mejores herramientas y los profesores, es un sueño para los escultores. Terminé mi formación y empecé a viajar a los simposios, uno nunca termina de aprender, el de al lado sabe algo que yo no sé, nos ayudamos entre todos y aprendemos más y nos hacemos amigas, es re lindo eso. Divertido que sean solo mujeres, aunque los ayudantes son todos hombres”. 

Valorando especialmente el ambiente de amistad de evento, comenta también sobre el sentimiento de empezar y terminar una obra: “aquí nos olvidamos de la rutina, de nuestras casas, estamos todos el día trabajando y la sensación de empezarla la obra y terminarla es grande y única. A veces nos inspiramos tanto que en un momento terminas la obra y la ves hecha y te preguntas ¿la hice yo?, como que no te acordaras que la hiciste, siento como si estuviera guiada y yo solamente usara las manos. Cada vez que termino una obra digo, yo la hice”.

Viviana Aguirre, directora regional de Sercotec, señaló que “esta es una de las tantas actividades que está realizando el Barrio Bellas Artes en el marco de un programa de Sercotec para la recuperación de confianzas, de espacios públicos, y revitalización de la oferta comercial. Este simposio viene a incentivar a que venga la gente, los turistas, a conocer este barrio patrimonial, cultural y gastronómico”.

En el salón principal del Castillo Hidalgo se exhiben otras obras de las artistas participantes del simposio.

María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, valoró esta iniciativa “que surge de los propios vecinos, para revitalizar y valorar un sector tan patrimonial como el Barrio Bellas Artes, del que como gremio también formamos parte”. En la fotografía parte del equipo organizador.

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