Hoy cumplió 100 años el antipoeta del hombre imaginario. La Presidenta lo fue a ver ayer a su casa en Las Cruces, se hicieron homenajes en su nombre, lectura de sus obras en Santiago y varias ciudades del mundo y masivas visitas a las dos exposiciones que celebran su centenario en vida.
Aunque lo intenté, llegué tarde a las recitadas en el Tirso de Molina, en donde Gepe, el escritor Jorge Baradit y el fotógrafo Alvaro Hoppe, entre otros, declamaron sus líneas. Pero a la exposición que sí llegué hace unas semanas fue a la muestra Voy & Vuelvo en la Biblioteca de la Universidad Diego Portales que lleva su nombre. Ahí el gran Nicanor vuelve a sorprender con sus artefactos e instalaciones que juegan con la ironía y que quedaron para siempre en nuestras cabezas: desde la estatua de la libertad con la leyenda “donde la libertad es una estatua”, las tres calaveras de colón y el Pago de Chile con los Presidentes de cartón colgados desde el techo, hasta su serie de mensajes sobre tablitas de madera y bandejas de cartón en donde se lee su genialidad franca y pura.
Otra muestra en pleno es la del GAM, en donde las fotos inéditas encontradas por su nieto Cristóbal Ugarte, más conocido como «Tololo», muestran a un Parra tras el lente de otros grandes como Paz Errázuriz, Sergio Larraín y Hans Ehrmann. Instantáneas que por años permanecieron olvidadas en una maleta de la casa del poeta en La Reina y que hoy nos muestran a un Nicanor niño en Chillán, a uno adolescente-joven en Santiago y en el extranjero, y a uno más adulto acompañado de sus amigos, sus mujeres y sus hijos. Toda una serie de momentos que aparecieron cuando tras el terremoto de 2010, la biblioteca del varias veces favorito del Nobel se vino abajo.
A Cristóbal Ugarte lo he escuchado en un par de entrevistas estas semanas, hablando del amor y admiración por su abuelo, de sus paseos juntos por Isla Negra y de cómo vive estos días. Porque más allá de las celebraciones en su nombre lo que a mí me gustaría saber es cómo realmente celebró don Nica. Según su nieto, para el antipoeta, este es un día como cualquier otro, en donde recibe a sus amigos, come empanadas y empina el brazo con un vaso de vino. “Los amigos y la familia lo vienen a ver, pero no hay torta, es un día común. A él le gusta seguir con la vida cotidiana. Mientras más fervor tiene a su alrededor, a él le gusta ser más sencillo, ir en el auto a sentir el sonido del mar en las rocas, y el aroma del bosque” le escuché decir a Cristóbal en entrevista con Rovaretti en Radio Cooperativa. Un Nicanor, según su nieto, que ha rejuvenecido con tanto alboroto por sus 100 años, pero que sigue disfrutando por sobre todo de simplemente contemplar. “El dice que hay que sentarse como si uno fuera una cámara fija y mirar a la gente”.
Y así también lo hacemos Nicanor. Así lo haremos mañana cuando tu nieto toque las cuecas pianadas en la Plaza de la Constitución, cuando alguna vez pase de nuevo por tu casa en Las Cruces o cuando me siente en una plaza a recordar tus antiversos. Feliz anticumpleaños en este último minuto del día.
Parra 100: En el Gam hasta el 14 de diciembre / Fotografías, más videos y lecturas
Voy y Vuelvo. En la Biblioteca Nicanor Parra hasta el 7 de diciembre / Artefactos, instalaciones y videos / Visitas guiadas sábado y domingo de 10 a 19 hrs.
Concierto en la Plaza de la Constitución. Sábado 6 de septiembre a las 19.45 hrs.