Así lo confirmó a Amo Santiago, el alcalde Cristóbal Lira, cuyo municipio se encuentra en pleno proceso de actualización del Plan Regulador donde se definen los usos de suelo del territorio.

Por Paulina Cabrera C. y Carmen Gloria Vitalic

Lo Barnechea cuenta con cerca de 79 mil hectáreas de precordillera categorizada como Área de Preservación Ecológica, donde se encuentran dos Santuarios de la Naturaleza (Yerba Loca y Los Nogales), glaciares, cursos de agua y flora y fauna nativa, además, de una zona urbana con cerros islas y numerosas áreas verdes.

De acuerdo al alcalde Cristóbal Lira, el próximo Plan Regulador comunal podría sumar una nueva área verde: los terrenos del ahora ex Humedal Los Trapenses.

El desaparecido tranque -cuya extensión era de 81 mil metros cuadrados- se encuentra en terreno privado, y su destrucción fue motivo de protesta y gestiones de un importante grupo de vecinos que llegó a interponer un recurso en la Contraloría General de la República por la que consideraron falta de defensa del municipio en este tema, y el temor de que los terrenos se vendan para dar cabida a un proyecto inmobiliario.

Al respecto, el edil defendió el compromiso municipal por el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible de la comuna. “Estamos en medio del proceso de actualización del Plano Regulador y queremos proponer que el sector del Humedal Los Trapenses, que hoy es área inundable y por ende, sin asignación de uso de suelo que permita algún tipo de construcción, sea denominado área verde. Esto significa que solo se podrán desarrollar allí proyectos de parque y actividades relacionadas con área verde, como proyectos recreativos, deportivos y que estos deberán contemplar la forestación con especies autóctonas”, indica.

En ese sentido, lamentó el parecer de los vecinos que a su juicio “atribuyen intenciones que no pueden estar más lejos del espíritu y accionar de la actual administración del municipio”.

Cristóbal Lira enfatizó que la eliminación del tranque se efectuó en un predio privado con la autorización de la Dirección General de Aguas (DGA), al mismo tiempo que puntualizó las gestiones llevadas a cabo por la alcaldía. “Las obras (que desecaron el humedal) empezaron en noviembre de 2019 y el 4 de diciembre de ese año, el Municipio denunció los hechos a la Superintendencia de Medio Ambiente, sin embargo, en enero la Superintendencia archivó la denuncia. Este Municipio realizó otras numerosas gestiones, como las efectuadas ante CONAF, SAG, la Seremi de Medio Ambiente y de Salud, la Contraloría y ante la misma DGA, todas acciones que demuestran el actuar diligente y apegado a derecho de este Municipio”.

Sin embargo, tal como lo habíamos adelantado en nuestra nota anterior (Humedal Los Trapenses ¿Cómo pasó de ser un ecosistema a un terreno relleno de tierra?), las gestiones no pudieron impedir que el también conocido como embalse Punta de Águila fuera completamente eliminado, luciendo hoy totalmente relleno de tierra.

Uno de los factores claves para su destrucción fue la normativa vigente que no consideró meritorio una evaluación de impacto ambiental. De ahí, la buena noticia que nos comparte el alcalde Cristóbal Lira: “el viernes pasado, un dictamen de la Contraloría ratificó nuestra tesis respecto a que las zonas de preservación ecológica deberán someterse al estudio de impacto ambiental cuando se quiera hacer un proyecto. Eso es un cambio fundamental para nuestra comuna, ya que las zonas de preservación ecológicas definidas por el plano regulador, van a estar muy protegidas. Esperamos que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) cambie pronto su instructivo, porque es una extraordinaria noticia para Lo Barnechea y todas las comunas que tengan áreas de preservación ecológica”.

De acuerdo al dictamen de la Contraloría del 30 de septiembre de 2020, cualquier obra que se realice en estas zonas debe pasar por el artículo 10 letra p), de la ley Nº 19.300, que contempla como «una de las categorías afectas a la evaluación de impacto ambiental, la ejecución de obras, programas o actividades en parques nacionales, reservas nacionales, monumentos naturales, reservas de zonas vírgenes, santuarios de la naturaleza, parques marinos, reservas marinas, humedales urbanos o “en cualesquiera otras áreas colocadas bajo protección oficial, en los casos en que la legislación respectiva lo permita”.
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