El conjunto de copias de mármol permanecían en la Escuela Militar desde el 29 de octubre de 1973. Tras un un operativo, que contempló la preparación de las piezas y su embalaje, dos de ellas son exhibidas en el hall central del museo, mientras que las otras cuatro, pueden ser vistas en el recuperado taller de esculturas de la Academia Bellas Artes, conocido como el “Patio de la Paulonia”.
Una de las fotografías emblemáticas de la inauguración del Museo Nacional de Bellas Artes en septiembre de 1910 es una donde se puede ver a su hall central atiborrado de esculturas de gran tamaño rodeado plantas, como si se tratara de un gran jardín del arte. Espacio interior de 20 por 40 metros, cubierto de una cúpula de cristal, que impactó a los santiaguinos y santiaguinas que esos días hicieron fila para participar de la apertura del palacio.
Precisamente seis de esas esculturas, que por 49 años permanecieron en la Escuela Militar, regresaron al museo en gloria y majestad. Dos de ellas, la de los luchadores griegos, volvieron al mismo hall que las vio partir en 1973 y las otras cuatro, se exhiben en una de las terrazas exteriores del Palacio de Bellas Artes que se recuperó para este proyecto.
Este “Patio de la Paulonia” fue originalmente taller de escultura de la Academia Bellas Artes y tomó su nombre luego que un grupo de escultores y estudiantes plantaran árboles de esta especie de flores color violeta, conocida también como árbol de la emperatriz.
El nuevo espacio expositivo fue financiado a través de un fondo de acciones complementarias del Servicio Nacional del Patrimonio y desarrollado por un equipo multidisciplinario del museo, liderado por la curadora Gloria Cortés Aliaga, con la participación del arquitecto museógrafo Cristóbal Artigas y la supervisión constante de Fernando Pérez, director MNBA.
“La inauguración de una nueva muestra en el tradicional patio de La Paulonia, que una vez fuera el taller de Lily Garafulic, tiene múltiples significados institucionales: permite recuperar un lugar sub-utilizado del museo, e incorporarlo a sus espacios expositivos, poniendo a disposición del público notables esculturas recientemente recuperadas por el MNBA. Además, permite realizar un interesante experimento museográfico en el que se articulan una instalación efímera y un nuevo proyecto de mediación asociado a la escultura”, afirma Fernando Pérez.
Las obras
El público puede contemplar las esculturas de mármol que fueron adquiridas por el Museo de Copias (1898-1911), que son parte de la colección fundacional del MNBA y otras más que fueron donadas por agentes culturales de la época.
Las seis esculturas pesan entre una y tres toneladas. Entre ellas destaca la pieza Laocoonte y sus hijos, copia en mármol tamaño natural de una de las piezas más relevantes de la tradición Antigüedad Clásica, esculpida entre 170 y 150 a.C. y que se encuentra en los Museos Vaticanos.
“Se trata de reproducciones en mármol de piezas clásicas muy emblemáticas, realizadas con gran calidad. Cumplirán así su propósito original de acercar a nuestros públicos a piezas claves de la historia del arte”, comenta Fernando Pérez, director MNBA.
El gladiador herido o Gálata Morente, ca. 1910. Ernesto Gazzeri (Copia romana del original griego atribuido a Epígonas).
Damoxenos, ca. 1900. Autoría sin identificar. Copia de escultura de Antonio Canova. Probablemente adquisición para el Museo de Copias.
Creugas, ca. 1900. Autor sin identificar. Copia de escultura de Antonio Canova. Probablemente, adquisición para el Museo de Copias.
Apolo Musageta o Apolo Citadero, ca 1900. Ernesto Gazzeri, at. (Según Donatello, según original griego inspirado en Escopas).
Venus de Médici, siglo XIX. Autoría sin identificar (Según Cleómenes, según original griego).
Laocoonte y sus hijos, copia del siglo XIX. Autoría sin identificar (Según Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas).
- Dónde: Museo Nacional de Bellas Artes.
- Cuándo: Martes y jueves, a las 11.00 horas, entre el 22 de diciembre 2022 y el 31 de enero 2023. Previa inscripción aquí.
- Cuánto: Entrada liberada.