Por Diego Escobedo

En plazas a lo largo de todo el país han sido atacados una decena de esculturas y monumentos, lo que para algunos es propio de los tiempos que estamos viviendo y que tiene relación con botar símbolos que algunos grupos ya no los representan.

Los bustos de los cuatro héroes del Morro de Arica, los monumentos al conquistador español Pedro de Valdivia y García Hurtado de Mendoza, a Francisco de Aguirre y Diego Portales son parte de las obras “intervenidas” y dañadas en las últimas semanas.

Sin embargo, la más contrariada ha sido la escultura al general Manuel Baquedano en Santiago, monumento que se levantó en honor a la victoria chilena en la Guerra del Pacífico, y que tiene a sus pies una tumba con los restos del Soldado Desconocido encontrado en la misma gesta.

Conjunto escultórico difícil de reconocer hoy, debido a los rayados y objetos sobre sí. Luce con una cacerola en su cabeza, una placa que alude a la rebautizada “Plaza de la Dignidad” y sin la la figura femenina de su frente que fue arrancada de su sitio. 

Para algunos se trata de una nueva obra, para otros una falta total a la creación del escultor Virginio Arias y el arquitecto Gustavo García, inaugurada el 18 de septiembre de 1928 durante el gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo.

Quisimos preguntarle a Marcelo Villalba, director Museo Guerra del Pacífico qué es lo que opina. Veamos qué nos dice:

¿Cómo has vivido lo que ha pasado con el Monumento al General Baquedano especialmente luego que se sacara una parte de la escultura a la fuerza por un grupo de manifestantes?
El monumento está tan bien hecho, por la Escuela de artes y oficios, que los delincuentes no pudieron botar a Baquedano. El soldado era más fácil. Esto era un objetivo político, lamentablemente. La plaza hoy es un ícono. El chileno medianamente educado sabe que el soldado de la Guerra del Pacífico no tiene nada que ver con el soldado del 73. Era un soldado del pueblo, voluntario. Entonces, esto tenía un objetivo político. Tratan de mezclar a todo lo que es militar con el tema del 73. Y me extraña que sean movimientos, muchos de ellos, dirigidos por profesores, como en el norte. 

Las autoridades tienen que ponerle coto, resguardar el patrimonio. La escultura de Baquedano es un monumento maravilloso. Hay toda una escuela detrás, famosa, tradicional, con tremenda fuerza en el patrimonio: La Escuela de Artes y Oficios. También los escultores, Virginio Arias, Rebeca Matte, acá con el monumento de los Héroes de la Concepción. También está enteramente rayado, gracias a Dios no lo han roto, todavía. Entonces, hay una intención de politizar los monumentos del siglo XIX que tienen que ver con la Guerra del Pacífico.

Se está evaluando guardar el monumento hasta que pase la violencia ¿tú qué opinas? ¿es la mejor solución?
Hace tiempo yo estoy pidiendo un cambio de estructura de la Plaza de Baquedano. Mi propuesta es elevarla, que se convierta en un mirador, y hacia abajo, a través de un foso, algo que impida el acceso de la Alameda, y que abajo se arme un Museo. Hace tiempo que lo propongo, porque en cualquier momento iban a saquear el monumento.

Marcelo Villalba en la imagen.

Le doy valor al monumento de Baquedano… pero me preocupa aún más que saqueen la tumba. En el momento en que estas personas se enteren que hay un cuerpo enterrado ahí, seguro que lo sacan y lo queman.

A mi parecer, esconderla o guardarla es para que se pierda. Creo que lo mejor es que se traslade. Quizás al Cementerio General o bien ponerle rejas, hacer algo que impida el acceso directo a la escultura. Es una de las esculturas más emblemáticas de este país y merece ser vista. Porque los chilenos somos de memoria corta. Y la forma de mantener presente cómo fue la Guerra del Pacífico es justamente con esa escultura. Es una estatua maravillosa, creo que sacarla de ahí es una dolorosa decisión, pero necesaria.

Crédito de foto: Paulina Cabrera

No sólo los monumentos de la Guerra del Pacífico. También monumentos de conquistadores españoles, en el norte y en el sur. ¿Crees que hay una falta de identificación de los chilenos con los monumentos públicos? ¿Qué hay una falta de identificación con esos símbolos?
Existe un tema de resentimiento social, político, especialmente. Están con el tema de la lucha de clases, y luego la lucha del winka contra el español. Son procesos que ya tienen que ser asumidos por la sociedad. Hay cosas que ya no vas a cambiar.

Esto es un tema de educación. Mientras no enseñamos la historia, cómo fue, siempre tendremos personas vulnerables a ser manipulados políticamente. 

Mi denuncia, es que hay grupos políticos que están manipulando a la gente, mediante la historia. Y no sólo con grupos anarcos, también a nivel institucional se busca desvirtuar los monumentos.

Los monumentos son el reflejo, el agradecimiento de la ciudadanía a una persona o a una persona determinada. Eso no debe ser mancillado por la política contingente. Eso es lo que hoy está haciendo hoy una minoría violentista del país. 

Hace años que vengo diciendo que falta una policía de monumentos. No una Bidema. Sino una Policía Nacional del Patrimonio. Porque están destruyendo el patrimonio completo. Hoy, la justificación de destruir una casa, pero mantener la fachada, es, digamos una herramienta del libre mercado para favorecer al empresario. Como fue con este palacio en Dieciocho con Alameda que compró el DUOC. ¿Cuál es la gracia de mantener la fachada? ¿Jugar con la ley? Se pierde el patrimonio, la posibilidad de conectarte con el pasado.

Hay que mejorar la educación. Si tú sales a la calle y preguntas por qué está Ignacio Carrera Pinto en el billete de 1000 pesos, muchos no te van a saber decir por qué. ¡Mucho ni van a saber quién es! Hay que mejorar eso, y la formación de los profesores de historia también, para establecer los vínculos con nuetras raíces. ¿Y cómo una sociedad recuerda a sus héroes? Mediante monumentos.

Crédito de foto: Paulina Cabrera

Recapitulando, ¿cómo se resuelve esta situación? ¿Más guardias de seguridad en torno a los monumentos, mejorar la educación?
Tiene que ser un conjunto de cosas. Más que más plata, lo que falta es mejorar los contenidos. ¿Cómo puede ser que haya niños que no conozcan el mar y el desierto? ¿cómo le explicas a esos niños lo compleja que fue la Guerra del Pacífico?

También una Policía Nacional de Monumentos. Yo he estado en el desierto, he visto cómo camiones descaradamente llegaban a salitreras y las saqueaban. Pampa Germania, fue destruida por las empresas del Frafra, hace 20 años. Hice la denuncia en su momento. 

SI el Estado sigue mirando para el lado, esto no va a terminar nunca. Tiene que haber una institución nacional, más fuerte y menos burocrática que el Consejo de Monumentos Nacionales.

La primera lealtad de un chileno es a su país, a sus símbolos. ¿Y qué es lo que están destruyendo? Sus símbolos.

Hace falta que se eduque en el patrimonio a los chilenos. La única forma de que los jóvenes dejen de andar rayando las murallas, es que le expliquen qué es esa muralla.

Esto viene de la mano, la responsabilidad ciudadana, y la responsabilidad del Estado.

Crédito de foto: Paulina Cabrera
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