Lo que nos dejó 100 en 1 día Santiago 2014

Tres cintas de slackline cruzando el río Mapocho. Ana Tijoux y su banda tocando en la Plaza de la Constitución. Un pez de material reciclado colgando del puente Los Carros. La Plaza de la Libertad de Prensa en el Barrio Concha y Toro con un jardín de flores de lana. Un monstruo de bolsas en Plaza Italia. Un mensaje de – IVA + libros con papeles multicolores en el frontis del GAM. Un telar hecho con una cama en Plaza Brasil. Globos con secretos volando por los aires. Drones registrando la alegría ciudadana.

Estas fueron sólo algunas de las postales de la segunda versión de 100 en 1 día Santiago, el carnaval que reúne 100 intervenciones urbanas durante 24 horas.

Durante la noche del sábado y todo el día domingo, vivimos el festival como una gran plataforma que saca a relucir lo que hacen colectivos, artistas, agrupaciones culturales y personas. Ciudadanos activos, comprometidos, que quisieron darle un regalo a Santiago. Todos juntos en 24 horas. Porque una cosa es observar y valorar lo que se puede hacer separadamente y otra es palpar la ciudad vibrando simultáneamente, en distintos puntos, con una energía colectiva de querer y hacer algo por el otro y por el entorno.

Fueron cientos de personas en la calle, testigos de cómo una idea se transforma en realidad. Una conversación que tomó vida y que se volvió una larga mesa para compartir el almuerzo en el Parque Balmaceda, que se colgó en los árboles como grullas de papel y que convirtió el frontis del Costanera Center en un luche para jugar.

Ideas que se tradujeron en cuentos contados en el Funicular del San Cristóbal, a la salida de metro Salvador y en el Parque Botánico de Ñuñoa y que sumaron sonidos para las tocatas en los skatepark de Bustamante y Parque O’Higgins y en la Terraza Caupolicán del cerro Santa Lucía.

Regalos que fueron un gran picnic en La Florida, cuecas en Puente Alto y en el Barrio Franklin, y danza en la explanada de la Estación Mapocho, en Estación Central y en las afueras del metro Manuel Montt.

Ideas que también reunieron a los vecinos de la población Los Nogales para transformar un sitio eriazo en un área verde, y una inhóspita cancha de fútbol a una en que da gusto jugar a la pelota.

Palabras llevadas a la acción que le regalaron una estación de descanso a los “sapos” de un recorrido del Transantiago, que hicieron de un paradero un espacio de picnic y reflexión sobre el reciclaje y que cerraron una calle del Barrio Bellavista en donde los vecinos sacaron sus mesas y se pusieron a bailar.

Acciones grandes y pequeñas, en donde se notaba el orgullo de cada intervencionista, que son el corazón de este carnaval. Alegría de ser parte 100 en 1 día Santiago.

Cómo se vio el carnaval en Instagram: