Hace algunas semanas, saliendo de la exposición de Federico Assler en el CA660 -el 29 de abril para ser exactos- me topé con Lilian Maturana. Ese era su primer día (de muchos de los que vendrían por delante) en el trabajo de restaurar La Lumière del L’Honni (1965), un inmeso óleo de Roberto Matta que se exhibe en el hall de entrada del auditorio.
“En Chile no hay otro cuadro así, creo que es el formato más grande que ha pintado Matta y es la obra más grande que he restaurado” me dice quien sin proponérselo se ha convertido en la restauradora recurrente de las obras del chileno de fama mundial.
El lienzo del que hablamos mide 10 por 3,6 metros y se suma a la colección de Fundación CorpArtes que también tiene del pintor surrealista, su políptico de cinco paneles Etre Atout (1960) y la escultura de bronce Eramen (1986).
La Lumière del L’Honni, que alude al mito de Prometeo (el osado titán que desafía la furia de los dioses al robar el fuego del Olimpo y dárselo a los hombres) fue adquirida hace varios meses en Italia y estuvo exhibida en distintos recintos culturales, entre ellos, el Auditorium Parco Della Música en Roma; el Reina Sofía de Madrid y el Instituto de Valencia de Arte Modernon. Por sus dimensiones ha debido ser separada de sus bastidores y enrollada para cada montaje, pero ahora que es propiedad de CorpArtes “no se va de acá” afirma Lilian.
Con sus pinceles, brochas y una paleta de acuarelas, Lilian rellena los colores desgastados de los bordes, “no se restaura con la misma técnica, el óleo es en base a pigmentos y aceites que con los años se van oscuriendo, entonces lo que se hace es lo menos invasivo posible”.
Conversando, me entero que estuvo a cargo del montaje de La Lumière del L’Honni (en un sólo día y con 30 personas tensaron la tela, la pusieron sobre el bastidor y la colgaron sobre el muro) y también de Etre Atout, la muestra permanente de la Sala Matta, ubicada en el mismo centro cultural.
Y es que no podría haber sido de otro modo. Por años, Lilian se ha dedicado a restaurar las obras del artista, pertenecientes al Museo Nacional de Bellas Artes, al Museo de Artes Visuales y también a coleccionistas privados. Orgullosa me cuenta que “felizmente he tenido la suerte de restaurar muchos Matta, casi todos los que están en Chile”, trabajo que ha realizado en colaboración con la viuda del artista, Germana Ferrari, con quien ha podido llegar a un conocimiento más íntimo del pintor.
Jefa de Carrera de Historia del Arte con mención en Conservación de la Universidad SEK me dice además que fue la primera restauradora mujer de Chile, “formamos en 1982 el Centro de Restauración con otras personas, que partió en Bellas Artes y que ahora funciona en la Recoleta Domínica. También con mi grupo formamos la carrera de Conservación y Restauración en la Universidad Católica, la que duró unos 10 años”.
Con su casa llena de pinturas (“mis hijos dicen que van a hacer un museo cuando ya no esté”) me asegura que por cada restauración “tienes que conectarte con el artista sino de lo contrario sería una cosa mecánica. Uno lo estudia, lee su historia, dónde ha vivido, qué ha pintado, por qué pintaba lo que pintaba, para ser restaurador tienes que saber mucho de historia del arte”.
Trayectoria que la ha llevado a pincelar sobre los óleos de otros íconos del arte chileno: Alberto Valenzuela Llanos, Alfredo Valenzuela Puelma, Juan Francisco González, Pedro Lira… “cuando voy al museo veo todos los cuadros y digo: ¡Bah! esto lo restauré yo”.
Cuando le pregunto por si tiene obras propias, me responde: “nunca he pintado un cuadro, para ser restauradora no se necesita pintar, uno trabaja con la pintura de otro”.
- Dónde: CA660 de Fundación CorpArtes en Rosario Norte 660, nivel -2, Las Condes
- Cuándo: Lunes a domingo de 11.00 a 20.00 horas.
- Cuánto: Entrada liberada
- Más info en www.corpartes.cl
- Si eres afortunado(a) puedes conversar con Lilian in situ