Un pasillo largo con distintas habitaciones que conducen a un patio de 250 metros cuadrados, con plantas antiguas, árboles y muros de ladrillos. Este lugar fue por más de 50 años la casa de tres hermanos, que ocupaban el segundo piso para vivir y el primero para su aserradero, en donde trabajaban artesanalmente la madera para dar forma a piezas naúticas como veleros, timones y quillas de barcos. Así nos cuentan Elisa Domínguez, Felipe Pez Orrego y Natalia Suazo Monsalve -la música Natisú– quienes hace un año tomaron el espacio de Santa Isabel 0165 y lo transformaron en un centro cultural como punto de encuentro de creadores.

“Cuando conocí esta casa, me enamoré de su patio y de sus plantas, que son como plantas prehistóricas, por lo que de ahí se fue dando el nombre para nuestro centro cultural”, recuerda Elisa, hoy directora y quien inició el proyecto restaurando la casa con sus propias manos. Natisú, amiga del colegio, llegó de visita un día y desde entonces no dejó de ir. “Me un vine con mi caja, mis cosas y me instalé”, así de espontáneo, recuerda la compositora, que partió con el ciclo musical “Mi casa, su casa” (donde estuvo Fran Valenzuela y Camila Moreno entre otros) junto a su productora Suricata, y que hoy además se encarga de las comunicaciones  y programación del recinto.

El tercero en llegar al grupo fue Felipe, más conocido como Pez, quien es director de producción técnica, y que se encarga de los montajes y la iluminación de cada evento.

De esta manera, este trío creativo, abrió el espacio invitando a pares que muchas veces necesitan del apoyo para impulsar sus proyectos. En La Planta funcionan en la actualidad desde oficinas y talleres como Conejo Barbón que reúne a distintos emprendimientos hechos a mano, hasta distintas tiendas y el Café Forastero que se ha convertido en el corazón y punto de reunión de la casona.

“Tenemos programación propia como centro cultural y también arrendamos el lugar para eventos afines, como presentaciones de libros, talleres y ferias veganas y de diseño”, afirman los gestores que en los últimos meses han desarrollado desde clases de canto y haiku, hasta el Festival de Cine de Danza Bestias Danzantes y el encuentro de diseñadores Caravana.

Estos días están cumpliendo su primer año de vida, que celebrarán este sábado con una tocata de Yorka y Chini and The Technicians. Cuando les pregunto por el plan para el 2018, aseguran que esperan convertirse en una productora para desarrollar eventos dentro y fuera de Santa Isabel 0165. Así que desde acá, les decimos «Feliz primer año y vayan por más».

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