El Museo Nacional de Bellas Artes lamentó el daño a la emblemática escultura Unidos en la gloria y en la muerte de Rebeca Matte, provocado –según muestran las cámaras de seguridad– por maquinaria pesada que desmantelaba parte de las estructuras de la Fórmula E. Y así como ellos lo lamentan, nosotros también.

Esta mañana, José Miguel Salgado, uno de nuestros reporteros, descubrió in situ el quiebre en la figura de bronce que representa a Dédalo e Icaro. Publicamos la situación por redes sociales, y la noticia estalló. Vecinos y detractores a la carrera manifestaron su malestar de inmediato, como diciendo en coro «dijmos que algo así podría pasar». Y es que si bien esta carrera difunde los beneficios de la energía eléctrica y pone a Santiago en ojos del mundo, también implica riesgos para nuestra infraestructura y un escollo para los habitantes del sector.

El tema se está investigando y el Museo tomó contacto con la Municipalidad de Santiago y la organización para que los responsables se hagan cargo. Y así será, ya que está el compromiso para que asuman el 100% de los costos. ¨Se están realizando las gestiones para que este monumento nacional sea restaurado lo antes posible por personal especializado en esculturas de metal¨, indica el comunicado del Bellas Artes.

La obra está avaluada en 500 mil dólares y se estima que su restauración tendría un valor de alrededor 100 mil dólares.

 

Su historia
Unidos en la gloria y en la muerte, instalada sobre una estructura de piedra, está compuesta por dos figuras masculinas aladas y desnudas. Una yace de espalda con los brazos extendidos sobre una roca mientras la otra está a su lado, sentado en cuclillas sosteniéndole una mano. Se trata de la representación a Dédalo e Icaro, el mito griego del padre que construyó las alas de su hijo con plumas de pájaros y cera de abejas y que se derritieron al acercarse al sol.

La imagen también titulada «La aviación» tiene varias versiones. Una realizada en mármol en el Museo Pitti de Florencia, otra encargada por el gobierno chileno para ser obsequiada al gobierno brasileño en 1922 como homenaje al Centenario de su Independencia y que se encuentra ubicada en la Plaza Municipal de Río de Janeiro y, finalmente, la que arriba al Museo Nacional de Bellas Artes en 1930 tras la donación realizada por el esposo de la artista, el diplomático Pedro Felipe Íñiguez, un año después de la muerte de la escultora.

Hecha en bronce y fundida en G. Vignoli & C. Firenze mide 2 metros de alto, 2,30 de ancho y tiene una profundidad de 1,80 según el registro de Surdoc de la Dibam.

Su autora es la primera escultora chilena Rebeca Matte Bello (1875-1929), nieta directa de Andrés Bello quien como parte de la elite política e intelectual del país, vivió desde los 15 años en París. Tuvo la oportunidad de formarse en Italia como escultora con el maestro Giulio Monteverde y, posteriormente, en la Academia Julian en París con Denis Puech y Ernest Dubois. Aquí pudo acceder al estudio del desnudo desde el modelo vivo, a diferencia de lo que ocurría en la Academia de Bellas Artes en Chile, donde el estudio del cuerpo estaba reservado para los hombres. Gracias a su educación laica y progresista para la época, a sus vinculaciones con la élite y a sus condiciones económicas, Rebeca contó con la holgura para desarrollar su trabajo en diferentes materiales y tener un taller adecuado para realizar esculturas de grandes dimensiones. Esto permitió que varias de ellas pudieran ser emplazadas en el espacio público de Chile y en otros países americanos y europeos, a diferencia del trabajo de varias artistas de la época.

¨Este fue un periodo clave para la historia de Chile, época de cambios sociales, políticos y en alguna medida también culturales, es la época del Centenario. Su escultura y el arte que desarrolló siempre fue reconocido más allá que ella viviera o no en Chile, particularmente en Santiago. Si bien fue muy reconocida, su estilo es más bien clásico¨, nos explica el historiador Hugo Ramos.

En ese sentido agrega, que las esculturas de Rebeca fueron particularmente en mármol y bronce, de grandes formatos. Sus temas favoritos de trabajo eran las representaciones históricas griegas y romanas, alegorías, metáforas e historias mitológicas.

  • Más info sobre la escultura en Surdoc de la Dibam
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