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¡Bienvenido marzo! Empieza uno de los meses más largos de nuestro calendario y  creo que esta sensación es porque estamos llegando de nuestro merecido descanso de vacaciones y por el ajetreo que causa entre grandes y chicos la vuelta a clases… en fin, la suma siempre hace que sea un mes algo complicado y extenso. Pase a esta realidad, igual tenemos miles de cosas como para que su paso sea mas cálido y tomarlo de buena manera. Como cocinero hecho mano,  lo que comí en esos días de guata al sol (y sé que muchos lo hacen)  intento replicar los nuevos platos que probamos en nuestras vacaciones. Y por cierto que tengo una anégdota al respecto: les contaré algo que paso hace mucho tiempo cuando era un lolo de unos 13 ó 14 años, cuando el plato principal siempre era carne con papas fritas y arroz. Pero un día la Silvia (mi madre bella) fue de visita donde una de sus amigas, mientras ella estaba preparando la comida de su almuerzo familiar. Era algo novedoso y poco común para ese entonces pues se trataba de papas con mote. Tanto fue lo que le gustó y al ver que el resto de los comensales disfrutaban de dicho almuerzo, que lo intentó replicar en nuestro hogar. Ella tenía unas expectativas muy altas y ni se arrugó cuando al día siguiente bien temprano nos dice: “lleguen a la hora porque voy a hacer una rica sorpresa para el almuerzo”. Uno como niño se ilusionaba al escuchar que se trataba de una sorpresa, era algo maravilloso e inesperado. Los tres inocentes hijos comenzamos a especular: Rodrigo, mi hermano mayor, nos decía “será una rica carne al horno”; Pablito Mío -como le decimos al que me sigue- se imaginaba un gran pollo con un cerro de papas fritas; y yo,  eliz soñando en que podía ser pescado frito o algunas de las alternativas que imaginaron mis hermanos… Pero al llegar al hogar después de jugar una pichanga de aquellas y muertos de hambre, encontramos un plato para nosotros bastante raro que la Silvia servía orgullosa: sus papas con mote. Entre nosotros nos mirábamos no más ya que cumplió con su promesa de tenernos algo novedoso, pero aunque lo intentamos era superior a nosotros porque el resultado sin duda no se parecía en nada al manjar que ella disfrutó donde su amiga. Fue una escena entre impactante y chistosa, pues nadie pudo comer ese engrudo compuesto de papas recocidas y mote medio crudo y al final mi madre termino haciendo otra comida.

La verdad es que esa experiencia (después de reírnos por horas) me generó un verdadero trauma por lo que no podía ni ver el mote durante muchos años. En postre no había problema pero hacerlo como preparación salada era todo un reto. Con el paso del tiempo me hice cargo por primera vez de un restaurant y los dueños me pidieron realizar una carta nueva que incluyera quinoa y en especial ¡mote!. Para mí fue todo un desafio ya que mi experiencia con tan noble alimento no había sido de la mejor, pero como cocinero uno tiene que plantearse objetivos y la verdad es que lo logré con creces, ya que el mote lo transformé en uno de mis platos de batalla, con excelentes resultados. Tanto es así que es reconocido como una delicia de mi carta la mezcla del trigo con callampas deshidratadas y crema, un plato que me encanta. Y  me hace recordar cada vez que lo preparo, ese lindo recuerdo de infancia.

Y sin más y como un reconocimiento al esfuerzo de la Silvia, para esta semana les dejo una rica receta para que puedan disfrutar con los que aman.

Crédito de fotografía: emporiosusana.cl

Cremoso de mote y champiñones

  • 3 tazas de mote cocido
  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 1 bandeja chica de champiñones
  • 1 cajita de crema de leche
  • 1 cebolla
  • 1 manojo de ciboulet
  • ½ copa de vino blanco
  • Sal y pimienta agusto

Preparación 

  • En un wok o sartén grande pone la mantequilla y agrega la cebolla picada previamente en cuadritos para hacer un sofrito a fuego medio
  • Una vez que nuestro sofrito este dorado incorpora el mote cocido junto a los champiñones previamente picados en juliana o láminas delgadas y sal y pimenta a gusto
  • Al tener ya todo en cocción incopora el vino blanco y deja cocinar hasta que este pierda el alcohol. Agrega la crema de leche hasta tener una pasta suave y homogénea
  • Corta el ciboulet bien fino y decora la preparación

Como ven se trata de un plato rápido y muy fácil de preparar. Lo puedes acompañar con cualquier tipo de carne o con lo que más gusten.

Y ahora les dejo mis recomendados de esta semana partiendo por @anitapizzas. Son unas ricas pizzas de masa ultra delgada donde su chef y dueña entrega toda la magia de Italia en sus preparaciones. Pueden hacer sus pedidos en +56 9 9020 1180 o en www.anitapizzas.cl. Para los fanáticos de la comida árabe, un buen panorama es Kerima, que los encuentras en @kerimacomidaara y en el celular +56 9 9817 2967.

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