En estos tiempos de confinamiento a causa del COVID19 nos hemos dado cuenta que muchos tenemos nuestro cocinero interior. Lo que se ha vuelto fundamental en el día a día, pues nos ha ayudado a modificar lo que puede ser la rutina fome de cocinar, a el verdadero placer de preparar manjares con productos comunes y al alcance de todos. Esto toma una especial importancia si pensamos en que muchos estamos con teletrabajo y no contamos con tiempo para disfrutar de esas habilidades culinarias recién descubiertas. Nos hemos dado cuenta que preparar algo mejora radicalmente si lo hacemos con cariño y aplicando ese don que acabamos de descubrir a raíz de esta pandemia que nos ha afectado.

Todos llevamos un cocinero curioso que despierta cada vez que ve cómo cocinan cosas ricas en la tele o lee deliciosas recetas que son fáciles de preparar. En ese instante damos lo mejor para lograr el objetivo, tal como dice una gran película protagonizada por un divertido ratoncito “cualquiera puede cocinar”. Mezclamos algunos productos mientras pensamos en el placer de comer algo rico y obtener un buen resultado y, aunque no siempre se logra obtener el objetivo, uno se lo devora con todas las ganas del mundo. Me acuerdo de la primera vez que cociné siendo un niño y preparé unos ricos tallarines que serían acompañados de la más contundente salsa de tomates… pero en vez de poner pimentón rojo en mi preparación, le puse del muy parecido pero tremendamente picante: rocoto. Sólo mi padre y yo disfrutamos de esta invención picante. Era divertido ver cuál de los dos transpiraba más mientras comíamos la salsa. Recordar esta anécdota me llena de alegría, los buenos recuerdos de compartir con los que se quiere, aunque hay que reconocer que también pueden surgir recuerdos no tan felices asociados a las comidas. Por eso les hago la pregunta ¿dejarían de comer si el recuerdo es malo?. En mi caso no. Yo como igual, triste, con rabia, alegre o enojado, porque nada me quita el placer de comer, especialmente tras pensar en lo especial que puede realizar donde sea, en el escenario más adverso, en instancias únicas e insólitas, donde menos lo esperes, siempre habrá la instancia para llegar a ese tan rico placer, que es el comer.  Por eso les digo siéntanse felices al comer, háganlo con alegría, coman con libertad y sin culpa -siempre que se pueda- porque luego de ese placer inigualable podemos comenzar a hacer ejercicios para perder esos kilitos de más y sentirnos con toda la energía ¡para seguir comiendo! Como siempre les dejo una rica receta para que puedan disfrutar con los que aman.

ENSALADA DE JUREL
Ingredientes:

  • 1 tarro de jurel
  • 3 tomates medianos
  • 1 cebolla grande
  • 1 mata de cilantro
  • 3 limones
  • 1 pimentón rojo
  • 1 lechuga a elección
  • 4 huevos
  • 4 cucharadas de mayonesa
  • 1 palta
  • sal pimienta a gusto

 

Preparación:

  1.  Pela los tomates, la cebolla y junto al pimentón pícalos en cuadraditos pequeños y déjalos en un bowl.
  2. Lava la lechuga y pícala en la forma que más te guste.
  3. Pon en una olla los huevos y dejar hervir hasta que estén bien cocidos.
  4. Abre el tarro de jurel y límpialo minuciosamente de sus espinas. Muélelo con un tenedor hasta que quede parejo. Incorpora el jugo de los limones y sal pimienta a gusto.
  5. Mezcla todo en el bowl con los demás ingredientes picados y deja reposar mientras picas el cilantro y lo incorporas.
  6. Corta la palta en tiras delgadas, mezcla con la lechuga y las 4 cucharadas de mayonesa. Forma una cama de lechugas en un plato y monta la ensalada al gusto.
  7. Decora con los huevos duros partidos en dos. Lo puedes acompañar con un rico arroz blanco o también con papas cocidas. Recuerda que nuestro ingrediente secreto es el amor.

Aprovecho este espacio para saludar a todas las mamás en su día, en especial a la mía. Cuando era chico se festejaba el 10 de mayo y todos les hacíamos manualidades a nuestras madres con palitos de helados o rollos de cartón. Ellas atesoraban nuestras creaciones y duraban muchos años en esos tiempos especiales, así que le acabo de hacer una manito de greda jajaja.

Y como en cada columna les dejo mis recomendados de la semana: Para estas tardes frías puedes llamar a Chocolates Baquedano, donde preparan ricas monedas de chocolates, coberturas y un sinfín de cosas ricas. La novedad es que además puedes encontrar chocolates sin gluten. Los buscas en Instagram @chocolates.baquedano, Facebook y en el +5695093 7232.

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