*Por Paulina A. Cabrera / Fotos de Claudio Olivares Medina

Comer saludable, libre de agroquímicos, es una cosa. Pero comer sabiendo quien plantó las verduras que te llevas a la casa y que los productos  son locales y están adheridos al comercio justo, es simplemente consumo consciente. Esta es la propuesta de Juntos compremos, el primer almacén que nace de una cooperativa de vecinos y amigos y que desde octubre pasado está instalado a pasos de la Plaza Ñuñoa.

Crédito de foto: Claudio Olivares Medina

Todo partió el 2011 con un grupo pequeño que rápidamente creció al centenar y que se organizó para comprar al por mayor alimentos saludables de calidad, desde huevos de campo, hasta quinoa y miel. “Nos dimos cuenta que los supermercados tienen una trazabilidad muy mala, porque trabajan con proveedores que sólo pueden soportar los volúmenes y condiciones de compra del retail, y que los proveedores locales quedan fuera del comercio y sólo se encuentran en tiendas boutiques a precios caros”, recuerda Sohad Abugoch, encargada de la comisión de comunicaciones de la organización.

Crédito de foto: Juntos Compremos

Con este panorama, y unidos en el interés sustentable, levantaron primero un sitio web para hacer pedidos online. “Se transfería la plata y un día al mes se coordinaba para que todos fueran a buscar sus productos a una casa de los socios o a la junta vecinal. Ahí llegaban con sus botellas y frascos para llevarse el aceite y los granos”, nos explica Sohad sobre el modelo logístico que no pudo sostenerse el tiempo. Es por eso, que se dieron una pausa, congelaron las compras, se formalizaron como una cooperativa y decidieron abrir el almacén.

Así, en donde antes funcionaba una imprenta, arribaron con el arroz de don Luis, además de quesos frescos de vacas felices que sólo comen pasto, huevos de campo, verduras agroecológicas, detergentes vegetales y chocolates veganos, por nombrar algunos de sus productos estrellas.

Crédito de foto: Claudio Olivares Medina

Crédito de foto: Claudio Olivares Medina

Al preguntarle por el desafío de coordinar a los 118 socios que dan vida a la cooperativa, Sohad nos dice que se dividen el trabajo a través de seis comisiones -proveedores, sustentabilidad y finanzas, entre otras- que aprovechan las experiencias y expertices de cada uno. Por ejemplo, ella misma, que es corredora de propiedades, se encargó del contrato del arriendo del local, y en la comisión de finanzas están los indicados que dieron con la fórmula perfecta para la utilidad de cada producto. De esta manera, cada comisión tiene un representante que le rinde cuentas a un directorio, a lo que se suma una constante comunicación a través de boletines, mails, encuestas, foro y un gigantesco grupo de wassup.

“La idea de que sea cooperativo es que nosotros queremos ser responsables de lo que consumimos. Nos hacemos responsables de nuestro almacén, a quién le compramos, cómo empaquetamos los productos, cómo los ofrecemos. Queremos ser una alternativa al supermercado, una alternativa al retail, porque estamos conscientes del poder que tenemos sobre nuestro consumo”, asegura convencida Sohad.

¿Y cómo competir con los supermercados?
Sin duda una persona que sólo tiene para “parar” la olla como sea, le da lo mismo la trazabilidad. Pero para quienes están en situación de poder elegir lo que compra, les decimos que tengan consciencia de que el costo económico no es el único costo de los productos, y esto es una tendencia creciente. No somos el almacén más barato, pero somos un almacén de consumo consciente.

¿Consumo consciente?
Claro, porque puedes ver quien es tu proveedor, apoyas la huella de carbono porque si estás comprando cosas que son del otro lado del mundo no tiene ningún sentido; esto es calidad  de vida, vinculación con lo que vas a comer, es una relación con una cara, no con un logo. Es el productor de garbanzos que nos está plantando cosas y nos pregunta cuanto planta, porque está plantando para nosotros, pensando en la próxima cosecha.

Y además esto nace en Ñuñoa, una comuna que se caracteriza por su empoderamiento ciudadano
Es súper fácil criticar, pero nosotros no sólo criticamos sino que estamos haciendo algo para nosotros consumir y elegir, y tomar acciones respecto de lo que queremos. A mí me enriquece el alma trabajar en grupo, te das cuenta que no estas sólo en el mundo, que somos una comunidad,  que queremos lo mismo, que estamos siendo un aporte al mundo, que construye. Somos un grupo que se conecta desde lo humano.

  • Dónde: Humberto Trucco 65, Ñuñoa
  • Cuándo: De lunes a sábado de 11.00 a 15.00 horas, y de 16.00 a 21.00 y domingos de 11.00 a 15.00 horas.
  • Cuánto: Algunos ejemplos de precios: Queso fresco de vacas alimentadas solo con pasto a $3.450 los 350 gramos / $3.300 la docena de huevos de gallina libre / $1.800 el kilo de arroz y el kilo de porotos a $ 2.900
  • Más info en juntoscompremos.cl 
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Crédito de foto: Claudio Olivares Medina

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