En la exposición -que se realiza en el marco de la Bienal de Artes Mediales- se puede ver, tocar y jugar con un zootropo gigante, “rollos mágicos”, kinetoscopios y taumatropos, juegos de ilusión óptica del siglo XIX confeccionados con materiales reciclados, que se suman a las decenas de registros de los miles de niños que participaron del emblemático programa educacional y comunitario.
Estos talleres, que se desarrollaron entre 1985 y 2015 en distintas poblaciones del país, inspiraron a los menores a conocer e imaginar el mundo a través del cine.
Entrar a la exposición del “Taller de Cine para Niños” de Alicia Vega en el Museo Nacional de Bellas Artes, es entrar al universo de los cursos que esta profesora realizó durante 30 años a menores de poblaciones marginales tanto de sectores periféricos de Santiago como de zonas rurales en la Región de Los Ríos.
Con cajas de cartón, papel, cordeles, clavos, lápices y tijeras, la investigadora enseñó sobre la imagen cinematográfica y qué se podía hacer con ella, utilizando juegos del siglo XIX, como el zootropo y taumatropo. El primero, un tambor de cartón con rendijas, a través del cual se crea la ilusión de movimiento de los dibujos que están dentro; y el segundo, un disco con dos imágenes que al girar produce la impresión de que estuvieran juntos.
En total, fueron 6.482 niños y niñas que aprendieron, jugaron y -muchos de ellos- vieron una película por primera vez. Metodología que Alicia Vega ideó para que los pequeños se entretuvieran pero también vieran en estos talleres un refugio a la precariedad de sus vidas y en donde se sintieran valorizados al máximo en todas sus capacidades humanas. A fin de cuentas, una herramienta de transformación y movilidad social.
Los artefactos, juegos y dibujos de esta experiencia -que probablemente marcó la vida de estos miles de infantes- es lo que podemos ver en el MNBA, en el contexto de la Bienal de Artes Mediales. En la sala se pueden leer los nombres de todos los niños que asistieron de los talleres, las maquetas para explicar los movimientos de cámara, tiras de papel con los fotogramas de las escenas de las películas dibujadas, además de “rollos mágicos”, una colección de sombreros y las figuras de los hermanos Lumiere, inventores del cinematógrafo.
Un montaje colorido y atiborrado, lleno de estímulos para quienes asisten y que transporta a la magia del cine y también a los pensamientos y sueños de aquellos niños. Un muro completo está dedicado al ejercicio en donde los menores dibujaron fotogramas que abordan las protestas en la población Lo Hermida de 1987, que deja en evidencia las imágenes de violencia y muerte. En otro, en tanto, las tiras en papel muestran breves historias como la del paseo que hicieron para ir ver una película al ya desaparecido Cine Huelén.
En las mesas, se pueden tomar y jugar con los objetos y también leer los tres cuadernos-libros que Alicia Vega escribió durante la pandemia en donde comparte el método utilizado durante sus talleres. Con su letra grande, clara y redonda, las publicaciones son una invitación a maravillarse con sus recuerdos e inspirarse con las actividades.
- Dónde: Museo Nacional de Bellas Artes. José Miguel de la Barra 650, Santiago.
- Cuándo: Hasta marzo de 2022. Martes a domingo, 10.00 a 17.30 horas.
- Cuánto: Entrada gratuita.
- Se requiere Pase de Movilidad. Si vas con mochila hay lockers disponibles ($100 con moneda nueva).
- Revisa la entrevista a Alicia Vega en el canal de youtube de la Bienal de Artes Mediales
- Si quieres saber más sobre los talleres de cine disfruta del documental «Cien niños esperando un tren» de Ignacio Agüero (1988) disponible en OndaMedia.
- También puedes adquirir la colección de Los cuadernos de Alicia editada por Ocho Libros (en oferta a $30.000).