El municipio pintanino se ha posicionado como referente a nivel regional y nacional en materia de gestión ambiental, sumando ahora una nueva iniciativa que considera la instalación de refugios para insectos que favorecen la biodiversidad de especies beneficiosas para el ser humano.
Tal como lo escucha, “hoteles para Insectos” o “refugios para controladores biológicos de plagas” es la nueva estrategia implementada por la Dirección de Gestión Ambiental de la Municipalidad de La Pintana, que busca ayudar a la polinización y sustentabilidad de las áreas verdes locales, revirtiendo los deterioros del ecosistema y mejorando la calidad ambiental de vecinos y vecinas.
Se trata de un tipo de una estructura de control biológico que permite el descanso, refugio y reproducción de insectos que habitan este territorio y que cumplen un rol como controladores de plagas y polinizadores como lo son las abejas solitarias, micro-avispas, abejorros, avispas solitarias, chinitas y crisopas.

Foto: www.facebook.com/digalapintana/
Pequeños vecinos para el bienestar de las personas
Según la Corporación Chilena de la Madera (CORMA) en su publicación “Insectos de Chile”, en nuestro país los insectos son el grupo de animales con mayor diversidad de especies, unas 10.130 descritas en la actualidad y que representan casi el 33% de las especies nativas conocidas.
Sin embargo, a pesar de su diversidad y abundancia, los insectos no están ajenos a los problemas de conservación, y es por ello que acciones como la de la Municipalidad de la Pintana cobran especial relevancia, sobre todo considerando que en Chile la zoopolinización impacta en el rendimiento y calidad de cosecha del 75% de los cultivos frutícolas, 48% de los hortícolas y 36% de los semilleros. Asimismo, contribuye a la producción de medicamentos, fibras, maderas, biocombustibles y muchos otros ámbitos de relevancia económica y ecosistémica.
Al observar con nuestra lupa los recovecos de la Región Metropolitana podemos ver especies polinizadoras tales como abejas y abejorros, moscas, escarabajos, mariposas y polillas, todas ellas presionadas, en parte, por el desarrollo de la infraestructura en las ciudades y la disminución de las áreas silvestres que impacta en la nidificación y reproducción de los insectos.
La Pintana a pesar de sus 3,39 metros cuadrados de área verde por habitante, y muy lejos de los 9 metros recomendados por la OMS, es considerada por sobre todo una comuna verde, un territorio que trabaja en arduamente en reutilización de desechos, en el uso sostenible de los recursos naturales y educación ambiental, sumando ahora un nuevo desafío: aumentar el número de jardines y paisajes amigables con para la biodiversidad y ayudar a revivir la salud de polinizadores en la comuna, en Chile y el mundo.

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