Por Paulina A. Cabrera Cortés
En la cabeza de la artista Francisca Infante (26), Santiago es rosa, gris, verde agua y de la familia de los celestes. “La que siempre ha sido mi paleta de colores” nos dice, cuando la conocemos mientras presenta su obra en la Feria ArtStgo.
En su stand cuelgan una decena de imágenes de la capital, que confunden un poco al público, respecto a cómo fueron hechas. ¿Son fotos coloreadas, render, ilustraciones? La respuesta nos comenta Francisca, es dibujo digital, herramienta que siempre había ocupado como parte del proceso de su obra pero que desde hace siete meses decidió utilizarla como obra final.
Egresada el 2014 de Artes Visuales con mención en pintura de la Universidad Finis Terrae, se reconoce de la generación que vive siempre en el computador, por lo que esta nueva etapa en su trabajo es parte de este reconocimiento de una técnica que espera se considere dentro del círculo de las artes, “también puede ser un medio, un nuevo medio. Siempre parto con dibujo digital, me es tan familiar, que me tengo que hacer cargo de mi edad, de que me sirve, y de que ojalá sea considerada otra disciplina más”.
Con casi 20 exposiciones -entre individuales, colectivas y ferias como FAXXI, ArtStgo y Masdeco– está concentrada ahora en retratar arquitectura, en aquella imagen narrativa que pueda relatar una historia por si sola.
¿Cuál es el proceso técnico de tu trabajo artístico?
Me baso en fotografías que tomo de distintos lugares. Por ejemplo los trabajos de Japón fue de un viaje que hice por mi luna de miel. De hecho son imágenes de una grabación que después puse en pausa, y de donde pude ver lugares que nunca vi recorriendo. Con Japón empecé con los dibujos digitales, porque era una arquitectura tan limpia, que no lograba con la técnica del acrílico, esto de ser más lineal y con planos de colores. Entonces ahí empecé con el dibujo digital y después seguí con Santiago.
¿Qué es lo que dibujas de Santiago?
Santiago tiene mucha arquitectura moderna, mucha arquitectura que vale la pena retratar y que se está perdiendo también. Mi idea es representar la ciudad en diferentes épocas, edificios y casas de los 60 hasta el año 2000, algunos que no son necesariamente bonitos pero que son parte de la identidad santiaguina. Dibujé las Torres de Carlos Antúnez y espacios y casas de Providencia que están entre medio de muchos edificios nuevos, y construcciones como un edificio en Tobalaba que no podía estar más arruinado, que su arquitectura no fue muy pretenciosa, pero que por medio del dibujo trato de que sí lo sea.
¿Tu sello siempre ha sido la arquitectura o también has trabajado con retrato de personas?
Anteriormente sí, pero ahora eliminé la figura humana para que la imagen hable por sí sola. Me interesa mucho que la imagen pueda narrar sin textos y creo que los espacios de una ciudad, todos los espacios tienen una historia que contar. No hace falta de personajes para poder contar algo. El mismo lugar ya está narrando algo, por su época, por sus datos culturales, socioeconómicos, todo eso narra algo, aunque cada uno se imagina lo que quiere.
Y en tus dibujos no hay texturas, son colores pasteles y más bien planos
Los colores son “mis colores”, mi paleta. Pero igual respeto los colores originales, incluso los de debajo de lo sucio.
¿Te gusta Santiago?
Me encanta, soy santiaguina. Es de esas ciudades que son grises pero que uno las quiere igual, que son tu ciudad, son tu lugar. Me gusta mucho recorrerla, siempre estoy sacando fotos, y también trabajo mucho con lugares autobiográficos. Por ejemplo dibujé un edificio típico de donde viví muchos años, son lugares reconocibles, que están en todas partes, que uno dice, los he visto pero no sé donde es, pero lo conozco y te es familiar y sabes que es Santiago.
- Conoce más de su trabajo en www.franciscainfante.com
- Síguela en Instagram.com/franciscainfantel
- Dato extra: Este sábado 1 de septiembre estará en la exposición TATAMI de artistas de Taller Block. De 12.00 a 19.00 horas en el Centro Cultural Los Piñones (Los Piñones 019, metro estación Salvador)
- Atención, que el precio de sus obras parte en $220.000