Debajo del patio central del Museo Histórico Nacional (MHN) está otra prueba más de la presencia de los incas previa a la llegada de los españoles.

En los terrenos de lo que fue la Real Audiencia (1808-1810), antes sede gubernamental de la Capitanía General y Reino de Chile (1553-1808), y antes antes, solar de Pedro de Valdivia (1541-1553) se hallaron estos últimos días restos de cerámica con decoración distintiva del período incaico (decorados en color rojo, negro y blanco), que refuerzan la tesis del arqueólogo Rubén Stehberg sobre la existencia de un asentamiento urbano del imperio en el kilómetro cero de lo que hoy es Santiago.

Pedazos de lo que podrían haber sido fuentes, platos o cántaros de comienzos del 1500, es lo que se ha encontrado hasta ahora en la excavación que partió el 20 de junio en busca de nuestro pasado indígena. Los trabajos son parte de Mapocho Incaico, una investigación de Stehberg con recursos del Fondecyt (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico)  y patrocinio de la Dibam, que se inició el año 2014 con indagaciones en el edificio de Bomberos (en calle Santo Domingo) y en la Catedral Metropolitana.

“Hemos encontrado cerámicas indígenas similares a los de los otros lugares, también huesos de chancho, correspondiente a lo que podría haber sido el consumo de los españoles, pero lo que andamos buscando son restos de construcción, muros o piso de ocupación inca que sea una evidencia más sólida sobre su presencia en el lugar” nos cuenta Rubén sobre las obras que continúan hasta julio.

Las cerámicas que han aparecido son mezcladas, desde el siglo XVI hasta el XX, incluidas mayólicas europeas y las delgadas de las monjas claras, de apenas 2 milímetros de grosor.

El equipo, compuesto por arqueólogos y antropólogos, no pierde las esperanzas en cumplir con el objetivo. Ya en el camino se encontraron también con los cimientos de la Real Audiencia, unos ladrillos rojizos (¡emocionante poder tocarlos!) y “metal, bronces, clavos de forja y tachones de fierro forjado que también podrían haber pertenecido a la estructura de la casa de la Real Audiencia”, agrega la arqueóloga Gía Lazzari.

La excavación se encontró además con grandes piedras, bolones del río que hablan de que toda la zona era blanco de las inundaciones del Mapocho, por lo que tanto españoles, incas e indígenas nativos debieron construir  estructuras para su protección.

“Aquí existió un asentamiento por muchos factores, por razones arqueoastronómicas y por tratarse de una geografía sagrada”, agrega Stehberg quien junto al historiador Gonzalo Sotomayor, derribaron la historia que nos contaron en el colegio sobre la fundación de Santiago.

En enero de 2013, el boletín del Museo Nacional de Historia Natural, de donde Stehberg es Jefe del Área de Antropología, informó sobre la investigación que reveló evidencias de que bajo el casco histórico de Santiago se desarrolló en etapas prehispánicas un centro urbano político inca, parte de Tawantinsuyu (estado Inca) que partía en el Cuzco y terminaba aquí en nuestras Plaza de Armas.

Un trabajo minucioso

La excavación ocupa un área de 7 metros de largo por 60 centímetros de ancho, y una profundidad de un 1,60 metros. Cuenta con los permisos del Consejo de Monumentos Nacionales y por supuesto la colaboración del Museo Histórico Nacional, con el que se definió el lugar de los trabajos para evitar sorpresas con la redes de servicios y para que no se entorpeciera el funcionamiento habitual del recinto.

La técnica utilizada por los arqueólogos, es la de trinchera que permite abarcar un mayor espacio a lo largo del patio. Lo primero que se realizó fue el retiro de los adoquines, los que fueron cuidadosamente numerados para ser reinstalados en el mismo lugar, una vez terminada la obra. Posteriormente se ha removido la tierra con planas, espátulas y chuzo (en la parte más dura),  la que se ha trasladado en baldes directo a grandes harneros en donde se separan los fragmentos. El material cultural se limpia, se etiqueta y se embolsa para su conservación y posterior análisis en laboratorio.

Trabajos que se pueden ir a mirar con los propios ojos gracias a que una parte de la excavación quedó visible para el público. Realmente impresionante ser testigo directo de esta historia en vivo.

• Dónde: Museo Histórico Nacional, Plaza de Armas 951 (metro Plaza de Armas)
• Cuándo: Hasta fines de julio de martes a viernes entre 10.00 y 18.00 horas (los fines de semana se puede ver el área de excavación sin los trabajadores)
• Cuánto: Entrada liberada
• Revisa el informe completo publicado en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural que reveló la presencia incaica en donde hoy existe Santiago
• Revisa informes del arqueólogo Rubén Stehberg con sus excavaciones en la Catedral Metropolitana
• Reportaje La Gran Epoca: Mapocho incaico y mapuche cambian la historia de Santiago de Chile