Atardece en Santiago y para un grupo de amigos es hora de sacar los sables. Sables láser que dejan estelas de luz y que son la marca de Esgrima Jedi Chile, fanáticos de Star Wars que simulan peleas galácticas aquí, en el espacio público de nuestra ciudad.

El día que los conocí estaban haciendo una sesión fotográfica en los alrededores del Anfiteatro Pablo Neruda (yo estaba ahí por el ciclo de Jazz del Parquemet), pero habitualmente se juntan cada tarde de jueves en el Parque Balmaceda, en el sector de la salida del metro estación Salvador hacia Plaza Baquedano.

Crédito de foto: Facebook.com/EsgrimaJediChile

“Nos juntamos hace año y medio. Practicamos interpretando peleas de sable láser ya sea en improvisación o coreografía. Partimos como un proyecto súper pequeño con tres o cuatro amigos y luego la gente fue llegando sola, porque era llamativo”, me dice orgulloso Rodrigo Millán (22) sobre el momento en que se dieron cuenta que podían hacer novedoso y dinámico.

Junto a los hermanos gemelos Cristián y Jorge Fuentealba y José Silva, son el “Consejo de Jedi”. Se unieron a propósito de la tarea de «un amigo,  que ahora va regularmente a practicar. Tenía que exponer en la universidad sobre un grupo artístico, ahí dijimos ¿y por qué no hacemos un fan club y así nacimos. Defendió el trabajo, nos presentamos y se quedó el grupo, se quedó el nombre y se quedó la tarea”, nos revelan.

El movimiento traspasó la capital y también tienen “franquicias” en Viña de Mar, Valparaíso y Antofagasta. La idea es seguir creciendo. Abiertos a toda la comunidad, sólo dicen que se necesita tener entusiasmo por participar. No hay costo de por medio, y no se requiere ningún conocimiento previo. Además prestan los sables, y cuentan con los datos para la confección de los trajes y accesorios de la historia que hizo famosa a la Princesa Leia y a Hans Solo.

Crédito de foto: Facebook.com/EsgrimaJediChile

“Aprendimos de la nada, de cero, solamente estaban las ganas. Esto intentamos trapasarlo a todos los que van llegando, a veces hacemos intervenciones en lugares públicos y visitas benéficas como a hospitales o a hogares de niños. Si nos llaman, nos organizamos y vamos gratis. La última salida masiva fue al Cine Hoyts de la Reina para el estreno de El Último Jedi y en donde hicimos presentaciones antes  y después de la película”, me explica Rodrigo que va de túnica y porta un sable de luz

El implemento de combate no es para nada un juguete. Resisten golpes sin romperse y están hechos para el duelo. Los mandan a comprar a Estados Unidos, y son básicamente un tubo de policarbonato, con mango de aluminio y que funciona con luces led de diferentes potencias con pilas triple A o recargables. El más básico, sin sonido y diseño estándar, puede llegar a costar 110 mil pesos, valor que va subiendo dependiendo si pertenece a algún personaje de la saga o incluye efectos sonoros.

Hoy Esgrima Jedi Chile está conformado por una treintena de fans (divididos sólo por la fidelidad a la triología original o a las precuelas), hombres y mujeres de edades variadas que van de los 15 a los 45 años, algunos aún estudiando en el colegio y otros de diferentes carreras, como ilustradores, fotógrafos, diseñadores, ingenieros y electricistas. Rodrigo, que estudió telecomunicaciones, trabaja hoy en un servicio técnico arreglando computadores, y sabe que cada martes (cuando se reúnen los integrantes fundadores) o los jueves cuando el círculo se abre a la ciudad, la vida toma un rato de fantasía. Puede vestir su traje, tomar el sable y salir a pelear contra el lado oscuro de la fuerza.

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  • O anda a conocerlos en persona al Parque Balmaceda, cada jueves de 19.00 a 21.00 horas.

Crédito de foto: Facebook.com/EsgrimaJediChile

Crédito de foto: Facebook.com/EsgrimaJediChile

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