Es difícil amar Santiago bajo un calor infernal. Sólo un hipotenso podría estar feliz con 33,4 grados a la sombra… Pero como en todo, cada circunstancia tiene su lado amable.
Los mortales con sangre caliente tienen a su disposición la rítmica Fuente del Bicentenario, esa que baila a un compás musical imaginario en pleno Parque Balmaceda. Sus 68 metros de agua fresca, que suben y caen, son hipnóticamente un refresco para los ojos y también para el cuerpo, que recibe las gotas arrastradas por el viento.
Ayer, después de caminar varias cuadras acaloradas por Providencia, pude ver como pololos, madres e hijos esperaban esa bruma inventada. Una pausa refrescante y gratis que de noche se convierte en un hermoso espectáculo de colores. De hecho, el lugar es muchas veces escenario de películas y documentales y también ambiente de fondo para momentos especiales de la vida real, como pedidas de pololeo, matrimonio, declaraciones de amor… en fin, puro romanticismo acuático.
Pero que buenas fotos de la fuente!!!…. la mayoría de las veces yo la fotografío desde la micro… al pasar….
Sí, es un buen panorama para la temporada de calor. Ideal, los colores de la noche!