Con la pandemia del COVID19, Carlos Cardani -bibliotecario, poeta, narrador y librero- volvió a los orígenes de su emprendimiento: la distribución en bicicleta. Junto a un equipo de pedaleros lleva literatura a los lectores de prácticamente todas las comunas del Gran Santiago.

Por Paulina Cabrera C.

Carlos Cardani (1985) es escritor y librero. Y en estos tiempos de pandemia, pese a la crisis del gremio, su Pedaleo Librería continúa arriba de la bicicleta con más de 50 envíos diarios.

Partió en el año 2017. Convirtió su living en una “casa-librería” y atendió en su propio hogar a lectores de libros raros. La experiencia del oficio de librero la ganó trabajando antes en una librería de cadena en un mall y en un proyecto de librería independiente que no resultó. “Al irme de ahí me quedé con algunas cajas de libros” de amigos editores, nos dice sobre los inicios de su emprendimiento que hoy cuenta con más de 19 mil seguidores en Instagram y otros tres mil en Facebook.

Esta vivencia más su propia labor de escritor, que lo hace ser un conocedor desde dentro del mundo de las editoriales, hizo que todo cuajara para partir con Pedaleo Librería.

“Mi idea era escribir y leer por las mañanas y salir a repartir libros en bicicleta por las tardes. Antes de la pandemia trabajaba solo. El proyecto fue creciendo, tanto que ya no pude salir a pedalear por un par de años, pues quienes querían comprar libros preferían venir a mi casa a ver qué había”, asegura el autor de Caldo de Cardán (2012), que en estos meses de confinamiento debió volver a tomar la bici para ir hacia su clientela.

Cuando le preguntamos sobre el aumento de las ventas, que evidencia con torres de libros que sale a repartir, y cuál sería el consejo que le daría a otros colegas del rubro, señala que la fórmula puede ir por “trabajar con libros que te gustaría leer, con catálogos afines a tus intereses como lector. El libro es un vehículo de ideas, políticas y sensibilidades, entonces tanto lector como librero al momento de dialogar, no sólo están haciendo el cambio de un bien por un valor monetario, sino también están compartiendo los intereses que ese libro lleva”.

El catálogo de Pedaleo Librería es especializado en libros difíciles de encontrar en literatura y ciencias sociales. Carlos, que también es poeta, asegura que precisamente la poesía es uno de los tópicos más vendidos, junto con ciencias sociales “o sea, lo que menos se vende en las grandes librerías. Quien conoce el cátalogo de Pedaleo eso lo valora. Un espacio libre de challa o literatura basura. Aquí se puede encontrar editoriales independientes de Bolivia o Perú, o también de microeditoriales que sólo distribuyen a través de esta librería. Cada vez que me ha tocado viajar vuelvo con las maletas llenas de libros de otros lados y a su vez cuando vienen editores de afuera dejan sus libros aquí, por lo que hace que esta librería tenga una oferta única en muchos libros”.

¿Cómo se han tenido que adecuar a la contingencia? ¿La lectura es un refugio en estos tiempos de crisis?
La adaptación fue volver a los orígenes. Salir a pedalear nuevamente, favoreciendo a quienes quieren seguir leyendo, sin tener que salir de sus casas. Pero ahí ya no pude hacer todo el trabajo solo. La demanda creció más de lo que yo podía cubrir. Entonces mi pareja y un grupo de amigxs tomaron sus bicicletas y con ellxs cubrimos casi todo Santiago.

Ahora quién está en cuarentena se ve con más tiempo y eso lo ocupa para leer. Más que ser un refugio, el libro nunca ha dejado de tener un rol fundamental en torno las ideas, y los debates actuales se nutren en base a las publicaciones que hay disponibles. Por ejemplo, el feminismo insta y necesita de lecturas para plantear distintas miradas sobre el tema, saber de las realidades en otros lugares del mundo y las luchas históricas que se han llevado y según eso reflexionar sobre qué se puede hacer en el aquí y ahora.

¿Crees que debiera ponerse a las librerías dentro de las actividades de primera necesidad?
Es complicada la pregunta. Creo que antes de llegar al escenario de qué rubro es de primera necesidad o no, se tuvo que tomar las decisiones mínimas para que cada trabajador y trabajadora pueda quedarse en casa. Miro las realidades de otros países en donde se optó por ayudar a que el confinamiento fuera real subvencionando sueldos, ingresos o gastos de todos los rubros. Como esa política no se tomó en Chile, cuesta decir qué es lo necesario para que esté abierto, porque mantener cerradas las puertas de cualquier comercio o lugar de trabajo es negar un sueldo.

Por mi parte, independiente de las medidas de desconfinamiento que tome el gobierno,  mantendré el modo de trabajo que estamos llevando desde marzo, es decir, atender a distancia y despachar con todas las precauciones, pues no es seguro en términos de salud abrir y tener un tránsito de público en un mismo espacio, ni tampoco ayuda al llamado de que la gente pueda quedarse en casa. Al menos no en el corto plazo.

¿Cuáles crees que pueden ser las consecuencias de la actual crisis en el gremio de los libreros?
En el corto plazo es que varias librerías pueden desaparecer, pues los gastos fijos son más altos que los ingresos. Sumado a los despidos en toda la cadena del libro, no sólo de quienes atienden, sino también de logística, cajas, editores, correctores e incluso algunas editoriales. Es poco el respaldo que se les da. Pero no como un problema solamente del libro, sino de cualquier trabajo o rubro. Las librerías  que continúen tendrán que adaptarse a que la mejor vitrina son las redes sociales. El lector desde antes de la pandemia ya estaba llagando al libro a través de su teléfono o computador. Ahora es su único medio y es cierto que esa dinámica seguirá cuando las tiendas vuelvan a recibir público.

Cuéntanos cuáles son los 5 libros más vendidos de Pedaleo Librería
Sabís que no sé. O sea, sí tengo una idea de cuales pueden ser, pero prefiero decir que se está leyendo mucho más libros escritos por mujeres. La llevan Nona Fernández, Lina Meruane, Rosabbety Muñoz, Carla Zúñiga, Mariana Enríquez, Margaret Atwood, Alejandra Pizarnik,  Daniela Catrileo, Simone de Beauvoir y un largo etcétera.

Y si nos puedes recomendar 5 libros para hacer un poco más ameno este periodo
Son muchos y para cada lector puede ser una recomendación distinta. Entonces prefiero recomendar los que más he disfrutado como lector en el último tiempo:

  • Cualquiera de Elvira Hernández (mi favorita para el premio nacional de literatura)
  • Las homicidas de Alia Trabucco
  • El museo de la bruma de Galo Gigliotto
  • Limónov de Emmanuel Carrere
  • Qué vergüenza de Paulina Flores

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