Tres mil doscientos metros cuadrados. Este es el tremendo espacio que ocupa la nueva Plaza de Bolsillo ubicada en calle Santo Domingo con Teatinos, la más grande de los seis lugares que lleva recuperando el Ministerio de Obras Públicas en conjunto con la Intendencia Metropolitana y que tiene como fin convertir terrenos fiscales en desuso, en espacios de recreación para uso ciudadano. En este caso, el que era un sitio eriazo abandonado desde 1973. Un terreno fiscal que perteneció al Servicio Médico Nacional de Empleados (Sermena), que luego pasó a Fonasa y que por años vimos enrejado, con pastizales, basura y también con personas en situación de calle.
Panorama que quedó atrás desde este lunes, cuando se inauguraron las nuevas instalaciones en medio de la felicidad de los vecinos (hay 15 edificios y varias oficinas en el sector) que desde ahora son los principales beneficiados.
La entrada está por calle Santo Domingo y lo primero con lo que te encuentras es lo que será el distintivo indiscutido del recinto: un macromural de 850 metros del grafitero chileno Dasic Fernández (30).
La obra titulada Luchín, inspirada en la canción de Víctor Jara, nos muestra una multicolor escena de una niña sonriendo mientras es protegida por un pacífico encapuchado, que viene a representar a un personaje revestido de una «armadura de sueños e ideales”, según reconoce su propio autor.
La plaza, que tuvo una inversión de 61 millones de pesos (expertos nos dicen que un proyecto así podría costar 500 millones de pesos), es administrada por la Municipalidad de Santiago, que tiene un comodato por 12 meses renovable a cinco años.
El lugar cuenta con dos sectores de bicicleteros, un punto limpio para reciclaje, tres food trucks con una terraza donde hay sillas, mesas y quitasoles y una feria de emprendedores en donde venden desde vestuario y artesanía, hasta libretas y mermeladas.
También tiene una zona de juegos infantiles, incluido un novedoso y simple avión de madera y un cubrepiso especial, preparado para amortiguar las posibles caídas de los niños. Además de un huerto urbano y once árboles gigantes en macetas (4 liquidambar, 4 castaños de la India, 2 cedros y 1 peumo) que se suman a las siete especies preexistentes.
Los árboles están plantados en maceta porque se trata de una plaza temporal y móvil. El modelo de las Plazas de Bolsillo es dar vida al espacio hasta que se decida su nuevo uso. “Todas son transitorias, el propietario en algún momento puede hacer una construcción o vender, pero en el corto plazo estos terrenos públicos no tienen inversiones. Yo digo es mejor dos años de plaza que nada y si se decide construir un edificio, se toma todo el mobiliario, los árboles y se traslada a otros sitios eriazos”, nos dice Pablo Fuentes, coordinador e iniciador del proyecto Plazas de Bolsillo de la Dirección de Arquitectura del MOP.
Hace un año, junto al arquitecto de la Universidad de Chile, Sebastián Cuevas, vio una oportunidad cuando el terreno del ministerio de Obras Públicas ubicado en Morandé 83 vio interrumpido un contrato de construcción. “Se tenía que transformar ese contrato interrumpido en un terreno eriazo normalizado, es decir, sacar la basura, pintar los muros, estucar, reforzar, y colocar una reja. Como teníamos ese encargo les propuse al ministro y al intendente dar un uso transitorio, ahí engancharon con la idea e incluso el intendente la mejoró proponiendo hacer un mural del Mono González”, explica Pablo.
Así, se juntaron con la Asociación de Emprendedores Gastronómico Móviles e Itinerantes (Asegmi) y la Asociación Chilena de Food Trucks Chile (Achift) para que pudieran encargarse de abrir y cerrar los espacios, tener baños químicos, cuidar el mobiliario y todo lo que implica la operación diaria.
En total ya llevan seis Plazas de Bolsillo y se espera que de aquí a febrero se inauguren otras tres más.
En Santiago tenemos 400 hectáreas abandonadas que tienen dueño -una entidad pública o un particular- y como dice el Intendente Orrego “lo mejor es que mientras estos terrenos existan, los presten a la ciudad”.
- Dónde: Santo Domingo esquina Teatinos
- Cuándo: De lunes a domingo, de 8.00 a 20.00 horas
- Cuánto: Entrada liberada
Vecinos contentos
El idea que fuimos a conocer la Plaza de Bolsillo nos encontramos con vecinos felices, en su mayoría extranjeros. Ahí estaba Priscila, peruana, que desde hace dos años trabaja cuidando a la pequeña Nicolasa. “Hacía falta por este sector un lugar como este, teníamos que ir muy lejos, yo vivo cerca y estamos a un paso nada más del parquecito”.
También conocimos a la pareja de venezolanos Reina y Luis, que llevan apenas tres meses viviendo en Santiago. “Nos cayó súper bien porque trabajamos acá cerca y no teníamos un sitio donde sentarnos a comer”. Su compatriota, Natalia Marín, es vendedora de uno de los puestos comerciales “ayer llegamos a la plaza, y es bastante agradable, ahorita no está tan concurrido pero ya en la tarde vienen los niños a jugar con sus papás”.
La señora Isabel, también es otra de las caras felices de esa tarde. “Primera vez que vengo y es fabuloso porque uno que vive aquí en los edificios, no tenía donde sacar a pasear a mi nieta Renata”.