Desde hace un tiempo por la crisis sanitaria del COVID-19,hemos pasado confinados en casa. Este periodo de encierro está generando diversas consecuencias a nivel psicológico en buena parte de la población: sentimientos de ansiedad, tristeza, aislamiento social y alteración en los hábitos de sueño. Desde Fundación Efecto Mariposa que aborda temas de salud mental y bienestar nos explican y profundizan más, para lograr entender y comprender que implica el Síndrome de la cabaña.

Por Carmen Gloria Vitalic

Ahora mismo nos encontramos en fase de desescalada, lo que implica salidas progresivas a la calle , el inicio de la “normalidad”. Aunque a priori esto es una noticia positiva tras tantos días de encierro, para muchas personas esta vuelta al exterior es el desencadenante de potentes sentimientos de ansiedad. A este fenómeno se le denomina “síndrome de la cabaña”. Lorena Hernández, psicología de Fundación Efecto Mariposa especifica que “este síndrome consiste en la aparición de un miedo intenso a cambiar de entorno por consecuencia tras un tiempo prolongado de encierro, a pesar de que el entorno en el que se encuentre la persona no sea mejor” .

El origen de este síndrome se remonta al siglo XX y su nombre inicial es “cabin fever”. En esta época muchos colonos americanos debían pasar largas temporadas en invierno dentro de sus cabañas, experimentando síntomas depresivos, ansiosos y sensación de enjaulamiento.

¿Cómo se desarrolla? El síndrome de la cabaña suele aparecer tras una estancia en un lugar cerrado. Actualmente, como consecuencia de la situación de alarma sanitaria que estamos viviendo por el COVID-19, salimos a la calle simplemente para realizar las tareas más básicas y pasamos la mayor parte del día en casa. Somos conocedores del riesgo real que supone exponerse a salir, es por ello que es normal que puedan surgir sentimientos de inseguridad o incertidumbre cada vez que tenemos que ir al supermercado o farmacia. Sin embargo, lo que ocurre en muchos casos es que esta situación está siendo detonante de problemas como hipocondría, ansiedad y depresión.

Esto lleva a que asociemos la calle a peligro y percibamos nuestra casa (donde pasamos tanto tiempo) como el único lugar seguro, de forma que cada vez que cambiamos a un entorno fuera de casa, se genera un miedo incapacitante. Tras tantas semanas de confinamiento, nuestro cerebro se ha habituado a la seguridad de nuestro hogar.

La psicóloga Lorena Hernández, de Fundación Efecto Mariposa nos indica alguno de los síntomas del síndrome de la cabaña  en los cuales debemos poner especial atención estos días que comienza el desconfinamiento en Santiago y algunas regiones de nuestro país. Atención a lo siguiente:

  • Es muy frecuente que se experimenten alteraciones en los patrones de sueño: mayor frecuencia de siestas duraderas, sensaciones de cansancio y letargo.
  • Síntomas a nivel de cognitivo: dificultad para la concentración y déficits de memoria.
  • A nivel emocional: sensación de nerviosismo, síntomas depresivos y ansiosos, sensación de desasosiego y enjaulamiento, frustración, angustia y temor.
  • Falta de motivación: presencia de desgano, gran esfuerzo para realizar tareas cotidianas, sobre todo que impliquen salir al exterior.
  • Excesivo miedo a salir, retomar la rutina y relaciones sociales.

A la Fundación llegan múltiples consultas al respecto, cabe destacar que este síndrome suele darse con mayor frecuencia en personas que viven solas o tienen escaso contacto social en este periodo de confinamiento por dificultades de acceso a internet. Cabe mencionar que no es exclusivo de quienes antes de la situación de alarma ya tenían problemas emocionales, es decir, cualquier persona es vulnerable de poder padecerlo en cualquier momento. A continuación Lorena, psicóloga de Fundación efecto Mariposa nos indica algunas recomendaciones.

  • Plantearse objetivos realizables: Conforme el confinamiento avanza, ir retomando de manera progresiva las actividades de la vida cotidiana. De forma que empecemos a exponernos primero a aquellas situaciones que nos generan menor ansiedad hasta habituarnos.
  • Diseñar una rutina: Con el fin de evitar demasiado tiempo inactivos (siestas largas, excesivo tiempo en el sofá o cama) es necesario crear una rutina marcando horarios básicos para dormir, levantarse,  hacer higiene personal y comer.
  • Importante también planificar actividades que impliquen salir al exterior.
  • Realizar ejercicio físico: Para evitar la inactividad y como parte de la rutina, es muy recomendable la realización diaria de ejercicio físico.
  • Mantener contacto social: Fomentar el contacto social, a través de redes sociales, sean estas videollamadas, mensajes y cuando en el desescalamiento se permitan actividades sociales, exponernos progresivamente a ellas paso a paso.
  • Expresión emocional: Es importante que podamos transmitir cómo nos sentimos a aquellas personas que son importantes para nosotros. Es también relevante no invalidar las emociones negativas que podamos experimentar como tristeza y desasosiego, puesto que a pesar de ser incómodas, son totalmente necesarias en el sentir.
  • Buscar apoyo profesional: En caso de que los síntomas persistan o resulten incapacitantes en el día a día, es necesario pedir ayuda psicológica.

Se recomienda que si este síndrome se agrava, es vital tener atención pues puede derivarse en una depresión. Daniela Henríquez, Directora de la Fundación menciona “Si estos síntomas persisten, se requiere de intervención psicológica, una intervención temprana favorece un mejor pronóstico”.

La Fundación Efecto Mariposa estará realizando todos los domingos del mes de agosto a las 20 horas, sesiones de grupos de contención y meditación guiados para acompañarse y descomprimir las emociones y sensaciones que pueden surgir del Síndrome de la cabaña . Las inscripciones son mediante su instagram www.instagram.com/ongefectomariposa donde pueden encontrar más información para ayudar a tu salud mental.

Daniela Henríquez hace hincapié en que esta situación de confinamiento es totalmente inédita para todos y es probable que, con el paso del tiempo, vayan apareciendo cada vez más  secuelas que se están generando a nivel psicológico sin embargo está en todos nosotros y en las políticas públicas abordar las temáticas de salud mental que vayan a surgir.

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