No necesita mayores presentaciones ni propaganda, porque desde 1964 es uno de los clásicos puntos de encuentro en la Plaza Ñuñoa.
Quien no se ha ido a comer un completo, una cazuela o un plato de callitos a Las Lanzas. Son de esos bares restaurantes notables, como dice un amigo, de intelectuales, artistas y estudiantes, en donde lo principal pareciera ser la buena conversa. Me acuerdo que cuando me tocó estudiar en el campus Juan Gómez Millas de la Chile, ir tomarse una cerveza con los amigos era una parada frecuente y alegre. Tanta palabra para arreglar el mundo y su gente.
Si bien el que inició el negocio fue Julio Vidal, desde hace 29 años, es su primo Manolo, también gallego, quien está a la cabeza de Las Lanzas. Mientras da vueltos, me cuenta lo satisfecho que se siente con su vida. En España era pescador y campesino y llegó a Chile con 21 años en 1955 para hacer más dinero. Y todo indica que le ha ido bien. Hoy tiene 77 y se lo ve con ese relajo que sólo tienen los que disfrutan lo que hacen.
Es la hora de almuerzo, y mientras don Manolo se reparte entre la Caja y su plato de tallarines, a Luis Mella se lo puede ver concentrado preparando gloriosos sánguches de ave y churrasco. Hace más de una década que es el sanguchero oficial y si bien todas las tardes prepara estas delicias, él prefiere un buen plato de porotos o lentejas. «Bien vitamínico», recalca.
Por todo esto, siempre será una buena idea volver a Las Lanzas, con su barra de 10 pisos, espejos para mirar de reojo a los comensales y baños con letras de neón para no perderse cuando el alcohol te recorre el cuerpo. Eso, sumado a la mezcla de aroma a cerveza, sánguches y noche de este tipo de boliches, que para mí, es simplemente irresistible.
- Dónde: Humberto Trucco 25, Plaza Ñuñoa
- Cuándo: De lunes a sábado de 11.00 a medianoche
- Cuánto: Prietas con agregado a $2.400, Callitos a $2.500, italiano a $1.200, caña de tinto a $1.000, shop grande a $1.400
- Dato extra: Llegar temprano a la hora de partidos
Que bello y rico! me gusta mucho ese "concepto" de fuente de soda,tan reto. Me pone muy nostálgica. Con decirte que me compré hace un tiempo un azucarero de vidrio y esos envases de colores para la mayo y el ketchup, para mi hogar! :)Saludos!Andy.
Sí!! yo también los tengo 🙂