La destacada jurista, una de las figuras fundamentales del siglo XX, vivió en Seminario 180, Providencia, durante más de 60 años. El valor histórico del inmueble radica en que no solo fue un espacio familiar, sino el epicentro de reuniones y reflexiones políticas, desde el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer (MEMCH) hasta el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU).
Comunicado de prensa.- Por amplia mayoría, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en su sesión plenaria del 23 de marzo, acordó aprobar la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en su categoría de Monumento Histórico, a la casa que por más de 60 años habitó la destacada jurista, sufragista y vanguardista promotora de la protección y dignificación de la mujer, Elena Caffarena Morice. Ubicada en Seminario 180, Providencia, a pasos del Parque Bustamante, el lugar fue un espacio de reunión y reflexión política, que le entrega un alto valor histórico.
La solicitud de declaratoria fue presentada por Ximena Jiles Moreno, historiadora y nieta de Elena Caffarena, y apoyada por más de 300 adherentes. Ante la petición, los consejeros coincidieron en la necesidad de relevar la figura de Elena Caffarena, quien en vida no recibió reconocimiento alguno de parte del Estado pese al importante rol que jugó en diferentes ámbitos de la vida pública y política del país, como la consecución del voto femenino en 1935 para elecciones municipales, y en 1949, para votación universal. Paradójicamente, por ese entonces Caffarena vio suspendidos sus derechos civiles y no fue invitada por el Presidente Gabriel González Videla a la ceremonia de promulgación, pues en el contexto de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, conocida como la “Ley Maldita”, se la señaló como “comunista”. Sus pensamientos sobre los derechos de la mujer, los embarazos no deseados, el matrimonio y sus anhelos de justicia social fueron vistos como revolucionarios por parte de los sectores más conservadores de la sociedad chilena.
En el inmueble se desarrolló parte importante de la vida de Elena Caffarena, gran amiga de Gabriela Mistral. Allí recibió no solo a célebres personajes de la intelectualidad de la época, como Pablo Neruda, Delia del Carril, Laura Rodig y José Santos González Vera, entre otros, sino que su hogar fue testigo del establecimiento y desarrollo de importantes redes de mujeres que lucharon por la igualdad de género en términos políticos, económicos, biológicos, sociales y culturales en nuestro país, entre los que destaca el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres en Chile (MEMCH), el cual fue fundado por ella y Olga Poblete, y que mantuvo parte importante de su archivo institucional en la casa ubicada en calle Seminario durante décadas.
La casa fue punto de encuentro de diversos actores y agrupaciones que abogaron por el retorno de la democracia y el fin de la represión durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), entre las cuales se encuentran la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE), el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU), y Mujeres por la Vida. A pesar del riesgo que ello implicaba, Caffarena no dudó en entregar la ayuda necesaria para las víctimas de la represión. Cuando fue allanada por los militares, les dijo que esperaría en su pieza y les recomendó que “antes de quemar los libros, los lean”.
En el PIDEE, incluso, Elena Caffarena trabajó estrechamente con la pediatra Michelle Bachelet, quien dos décadas después se convertiría en Presidenta de la República en dos períodos.
Ximena Jiles Moreno, representante de la familia, agradeció la decisión del CMN, que consideró como un “alto honor”, y los múltiples apoyos recibidos, en especial el de la ex mandataria. “En nombre de la familia Jiles Caffarena, muchas gracias por volver a la vida a esta mujer tan importante de nuestra historia y al MEMCH, muchas de cuyas luchas se realizaron partiendo desde esa casa hacia las alamedas de nuestro país. Elena Caffarena era tan valiente como protectora, tan sutil como enérgica, tan brillante y luminosa como al mismo tiempo fiel a un muy bajo perfil. Tan bella, tan hermosa, y al mismo tiempo tan escasamente vanidosa. Tan admirada por sus propios pares y al mismo tiempo jamás capaz de demostrar algún aspaviento. Y finalmente, Elena Caffarena fue tan mía como de Chile y el mundo entero”.
La casa fue utilizada por Elena Caffarena hasta su muerte en 2003, a los cien años, y luego vendida. Sus actuales propietarios instalaron allí un laboratorio, que ha significado cambios en el interior de la vivienda modernista de tres niveles, pero mantiene intacta su reconocible fachada con ventanas circulares y rectangulares, la esquina curva, el pilar en el sector de acceso y sus dos balcones.
Ese estilo modernista es ilustrativo del posicionamiento de las clases medias en la actual comuna de Providencia, dando cuenta de nuevas dinámicas y actores sociales, así como de la modificación de las lógicas de ocupación urbana mediante la conformación de barrios en base al modelo de “Ciudad Jardín”.