Hace 14 años, cuando comenzaba este milenio, el director chino Ang Lee nos conmovía a todos con El tigre y el dragón, película que quedó grabada en la memoria por las escenas de combates con espadas sobre tejados y hojas de bambú, y también por su banda sonora. Creaciones que esta noche pudimos ver, escuchar y sentir de la mano de su autor, Tan Dun, en un concierto en plena Plaza Constitución.
En el marco de las actividades gratuitas del festival Santiago a Mil, todos los que estuvimos ahí pudimos compenetrarnos con la intensidad de esta banda sonora y también de la música que acompañó las películas Héroe (2002) de Zhang Yimou y El banquete (2006) de Feng Xiaogang.
Sobre el escenario vimos a Tan Dun dirigiendo a la orquesta con movimientos largos, rectos y electrizantes. Pareciendo ser que incluso sus indicaciones tuvieran un lenguaje de arte marcial, con rayos invisibles saliendo de los dedos de sus manos.
Me pregunto cuántas horas de ensayo y otras miles de inspiración logran dar un resultado como este. Música protagonizada por piano, chelo y violín, que agregó emoción a escenas de peleas, persecusiones y también romances. Y que a nosotros nos lleva a unos bambús en la lejana China, que a esta misma hora se mecen con el viento.
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