La casona pasó a ser parte de la familia Carrera el 3 de febrero de 1773, cuando Ignacio de la Carrera la recibió como dote de su matrimonio con la distinguida dama de la sociedad santiaguina, doña Paula Verdugo. Fue declarada monumento histórico en 1974.

*Por Paulina Quiroz Mella / Fotos: Paulina Cabrera y Gonzalo Orellana

Caminar por el fundo San Miguel donde está la casa que fue de la familia Carrera es volver al pasado para imaginar situaciones y conversaciones que podrían haber definido la lucha por la independencia de Chile, historias que junto a los relatos oficiales de emancipación destacan por tener elementos dignos de la cinematografía.

Por eso, cada paso que damos por la casa principal, el jardín y la bodega se transforman en una experiencia única que nos transporta a mediados del siglo XVIII, develando su pasado pero también proyectando un futuro donde la cultura, las artes y el vino son los protagonistas.

Ubicada en la que es hoy la rebautizada Viña Doña Javiera, el inmueble corresponde al modelo de hacienda colonial con muros de adobe, tejas de arcilla y corredores exteriores, entorno donde fuimos recibidos muy amablemente por Francisco Yávar, director de turismo y cultura de esta Viña.

De lo primero que nos habla Francisco es del famoso túnel de un kilómetro de largo que une la casa con la Iglesia San Francisco; según la historia por allí transitó José Miguel tras del desastre de Rancagua, así como también otros rebeldes que buscaron refugio en la hacienda y sus alrededores.

“Este bodegón tiene unos 250 años aproximadamente, aquí se encuentra la boca del túnel que servía para que en las batallas por la independencia la gente pudiera escaparse a caballo hacia la iglesia, hacia el río o a los cerros; en total son tres bocas diferentes y todas llegan acá”, nos dice Francisco, cuya familia es dueña de la propiedad desde hace 100 años por lo que conoce bien su historia.

Luego, pasamos a la casa principal, espacio donde nos da la bienvenida un imponente comedor victoriano inglés de la época, mezclados con otros muebles más contemporáneos. “Este es el lugar que la familia Carrera llamó casa, algo inédito en realidad ya que otros próceres como Arturo Prat o Bernardo O’Higgins también tienen sus casas-museos pero estas no son las casas donde ellos habitaban”.

En el lugar se encuentran además dos tesoros que pertenecieron a la ferviente defensora de la independencia chilena Javiera Carrera: su cama y la pileta donde ideó y bordó la primera bandera de la independencia como símbolo de la resistencia y la Patria Vieja. “Es una pileta que está super consignada en la historia de nuestro país y la podemos ver en el billete de mil escudos”, agrega Francisco.

La historia a través del arte
Actualmente, el fundo y la viña que pertenecen a la familia Yávar están en proceso de ser parte de la Fundación Monumento Histórico Casa de los Carrera, lo cual les permitirá desarrollar los proyectos culturales y de turismo que contribuyan a su conservación patrimonial. “Lo que nosotros pensamos es que la historia no tiene que ser sólo leída a través de los libros, sino que también puede ser entendida a través de proyectos como la cultura u otros ámbitos”. A partir de esta idea, el objetivo es convertir la casa en un espacio de museo y la bodega en una galería de arte contemporáneo.

Para visitar la hacienda se puede agendar un tour con 48 horas de anticipación a contacto@doñajaviera.cl y hay tres tours diferentes: uno básico de 8 mil pesos, luego uno de 15 mil pesos y uno de 25 mil pesos dependiendo de si considera degustaciones, picnic u otro servicio. Además, es posible realizar matrimonios y eventos de todo tipo, comerciales, producciones audiovisuales, entre otros.

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