Todos los dicen el “Mono”. Raúl Galindo Cádiz trabajó 50 años en el Zoológico Nacional y se transformó en el cuidador más antiguo del lugar. Llegó el 1 de abril de 1964, con 20 años, cuando se abría camino en la vida haciendo trabajos de construcción. Le dieron el dato que buscaban a alguien para cuidar a los animales (hasta entonces sólo sabía de gatos y perros) y se quedó cinco décadas criando varias generaciones de chimpancés y jirafas. 

Algo así como 50 papiones o más conocidos como potos colorados y más de 20 jiráfidos. Pero sus regalones fueron sin duda los monos, especialmente la pareja de Yuri y Toto a quienes crió y quiso como si fueran sus verdaderos hijos. “Llegaron en 1982 de un Zoológico de Australia, teniendo tres años y eran bien maldadosos. Yo les daba yogurt y leche tibia en mamadera, igual como si fueran una guagua”, recuerda.

Esa época es pura nostalgia. “Fue una experiencia muy bonita, con muchas historias y alegrías. Hay que tener vocación para esto, me costó mucho retirarme”, me dice del momento en que se decidió jubilar en el 2013.

Y no es para menos, fueron 50 años de levantarse temprano y salir a las 5.50 de su casa en Maipú para ir a cuidar y jugar con sus amigos peludos.  Trabajar de lunes a domingo, con las tardes de los sábados y un fin de semana al mes libre. “Pasaba más tiempo con los monos que con mis hijos, por lo que me reprochaban por el tiempo, pero los quiero por igual”, señala entre risas.

De ese tiempo, recuerda la especial comunicación que tenía con Toto y Yuri, que llegaron a ser compañeros durante 28 años pero que nunca llegaron a aparearse. “Los monos son muy parecidos a los humanos, repiten y aprenden rápido, son inteligentes, como niños chicos”, asegura.

Hoy tiene un kiosko de golosinas junto a su esposa e hija en el sector de los camellos. Raúl va los martes y miércoles, días en que aprovecha de visitar y pasear por las «casas» de los animales. Toto murió el 2012, y hoy está embalsamado en las oficinas del Zoológico. Su cuidador nunca se olvida de él y tiene su foto enmarcada en el living de su casa.

A la que puede ver es a Yuri , quien apenas lo ve desde lejos, salta de alegría y lo saluda. “Siempre paso a verla, ahí está la viejita”, afirma.

Chimpancé en el Zoológico Nacional. Crédito de foto: Flickr Oaktree b vía Wikipedia

Raúl Galindo Cádiz. Crédito de foto: Libro 100 años, 100 historias Parquemet

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